Cindy Crawford se sincera sobre el envejecimiento

Ha sido en una entrevista para la revista The Cut que la supermodelo retirada abre los ojos públicamente. Y es que Cindy no parece albergar demasiadas esperanzas en la industria que tanto la ha cuidado todo este tiempo, sino más bien lo contrario. El universo del modelaje, que ella bien conoce y que su hija está por conocer todavía más, es una constante lucha contra el envejecimiento y agarrarse a la juventud todo lo posible es lo que se espera de ellas.

Kaia, que todavía es demasiado joven para preocuparse por el envejecimiento de su cuerpo como mujer, está en todo momento en la cabeza de su madre. «Kaia se levanta perfecta, aunque se haya inflado a sushi el día anterior. Todo vuelve a su sitio enseguida. Yo tendría que estar esperando todo el día para que eso pasase». Aunque asegura que es consciente de sus 51 años, los acepta y no le avergüenzan. Como tampoco lo hace su carrera como una de las modelos más importantes e icono indiscutible durante un muy largo tiempo desde que fuese descubierta.

En cuanto a su belleza, confiesa que lleva desde los 20 años entrenando meticulosamente y cuidando su piel al máximo. Su disciplina se ha basado en ser consciente «muy pronto» (a los 20 años) de que su belleza no iba a durar toda la vida. Cindy afirma que tener un entrenador personal y tratamientos faciales periódicamente, e incluso mensuales, siempre ha sido parte de su trabajo y, por tanto, nada escandaloso: «Es como cuidar de mi instrumento».

Ella misma sabe que cuando le preguntan sobre sus consejos para mantenerse guapa y joven no es ningún secreto (dormir el número de horas recomendadas, beber agua y no fumar nada), «el secreto está en hacerlo con constancia, rutinario».