“Catrachos” listos para bajar “libritas” de más

Por: Saraí Alvarado
Fotos: Henry Carbajal

Cada día, unas 21 personas con sobrepeso visitan la Clínica Actívate, ubicada en el Hospital de Especialidades Médicas San Felipe; la mayoría ha iniciado la “carrera” desde hace días, meses y años. Aunque alcanzar la meta es más difícil de lo que parece, para muchos representa una misión por cumplir, como propósito de Año Nuevo.
Tres pacientes nuevos llegan a la clínica todos los días, dice el doctor Luis Enrique Trundle.
“Ellos son motivados por las charlas que programamos cada semana y por los testimonios de otros pacientes o amigos que les motivan, si bien, muchos emprenden la carrera, otros suelen retirarse y en algunos casos vuelven nuevamente, incluso, hasta con sus hijos, quienes ya aparentan las consecuencias en malos hábitos alimenticios y estilos de vida”, manifestó.
LOS PESOS MÁS COMUNES
Al consultarle sobre la incidencia de mujeres y hombres que llegan en busca de ayuda y el peso más común entre los pacientes, mencionó que si bien existe una medición del Índice de la Masa Corporal (IMC), se podría decir que la obesidad mórbida de la mujer hondureña es la más común, “anda entre grado uno y dos”.
En los varones es más frecuente la obesidad grado dos, es decir, que el promedio de los pacientes que llegan, en el caso de las mujeres, es entre 180 y 190 libras, en pesos que no deben ser superiores a las 140 libras. En el hombre el rango es más amplio, entre 170-180 libras y andan en 225 libras en promedio.

La “promesa” que cientos de hondureños se han hecho así mismos es bajar de peso este año; enero es el mes cuando más visitan a la Clínica Actívate.

En relación a la palabra “Dieta”, dijo que la misma está prohibida en la Clínica, la razón es porque suele “asustar” a quienes desean bajar de peso o perder algunas “libritas” urgentemente, por condiciones de obesidad, que ya ha provocado una serie de enfermedades que tiene a los pacientes al borde de la muerte.
Los médicos han notado que muchos, a pesar de estar conscientes en querer lograr su meta, sienten que el proceso será como un castigo y desde el principio debe someterse a algo estricto y estresante, por lo que para el doctor Trundle, advierte que no se trata de “hacer miedo” o someter a regímenes a nadie, sino educarles.
“Dice la literatura que si un paciente se somete a una dieta y la cumple en el 70 u 80 por ciento de los casos, si no cambió su estilo de vida, recuperará nuevamente el sobrepeso, por lo que aquí se trata no solo de perder peso, sino lograr llevar al paciente, mediante la educación nutricional, hacia un estilo de vida saludable”.
“Se trata de poner las cosas en manos de Dios, primeramente, para los creyentes, el doctor José Ramón Solórzano solía decir eso”, recordó.
TIENEN PRESIÓN ALTA
Quienes suelen asistir a la Clínica Actívate son personas que conocen testimonios de parientes, amigos y vecinos, además, quienes carecen de recursos económicos para clínicas o gimnasios.

Berta Flores es la única enfermera en la Clínica Actívate, encargada de registrar las condiciones primarias de salud cuando los pacientes deciden abocarse a la asistencia médica.
Detalló que cuando vienen comenzando el proceso, los pacientes vienen con presión arterial alta, entre 140/100, 140/110, “pero cuando siguen el proceso, la presión se normaliza 110/90, la mejoría se mira en los signos vitales y hasta en sus estados de ánimo”.
Para el caso, Karen Duarte pesaba 195 libras cuando llegó a la Clínica, en busca de ayuda médica para poder bajar de peso, ya que comenzaba a verse afectada por su presión arterial elevada con facilidad.
“Ni siquiera podía caminar una cuadra hacia arriba de mi casa, porque la respiración era como si me estaba ahogando por falta de aire”, recordó Karen.
Ella es ama de casa e hizo de las labores cotidianas un espacio para mejorar su estilo de vida con ejercicios, mejorar el menú de comidas y ser disciplinada en el proceso.
“Hay que tener en cuenta que se debe pensar primero en uno mismo, querer estar saludable no debe ser porque alguien se lo pida o por satisfacer a terceros, sino por sentirse bien de salud, tener autoestima, si no, el proceso no funciona”.
TRAJE A MI HIJA
La idea es mantenerme en mi peso ideal, no pretendo más de eso porque esto se trata de salud y sentirse bien, no de llegar a adelgazar para estar flaco, aclaró Karen Duarte.

Sonriente en todo momento, manifestó que “nunca en mi vida había hecho ejercicio, ahora aguanto tres horas de aeróbicos, máquinas, caminata, mi resistencia es diferente y traje a mi hija de 12 años al programa, porque también tenía sobrepeso por los malos hábitos adquiridos”.
“Ahora, en mi caso, no extraño comidas en especial, como normalmente y en cantidades no exageradas, tomando en cuenta siempre las frutas, verduras, la preparación de los alimentos, es fácil, uno se acostumbra rápidamente”, explicó.

FRANCISCO ESPINOZA
“Por no comer tanto, hasta los amigos lo aíslan”

Francisco Espinoza lleva ocho meses de estar en proceso de reducción de peso. La decisión la tomó tras una invitación que le hicieron médicos, en uno de esos días en que estando de paciente por enfermedades causadas por su condición de obesidad, le manifestaron que ante tantos medicamentos, mejor tomara el reto de ejercitarse más y bajara algunas “libritas” de las 352.2 que tenía.

Hace ocho meses ingresó en estado de obesidad, la carrera sigue en pie, le faltan siete meses para llegar a la meta, pero Francisco Espinoza asegura que ya se siente campeón.

“Padecía de hipertensión arterial con inflamación constante de mis pies y a un paso de convertirme en diabético, pero una vez que me hice todos los exámenes que constataban mi condición como obeso, decidí seguir la carrera hacia el peso que debo de tener para mantenerme con mejor salud”, relató Francisco.
“Siento que estoy a pocos meses de lograrlo, aun así, me siento ganador porque la mejoría en mi organismo la siento, incluso, antes no solía caminar mucho porque me cansaba y hoy soy puro ejercicio diario”, expresó.
Francisco pesa actualmente 258 libras, según él, el logro es mayor porque se vive en “tentaciones”, ya que “la comida de nosotros es rica, carnes, el pollito, el cerdo, chorizos, hasta el café con semitas, y bueno… las comelonas que se arman siempre entre amigos”, comentó.
LAS “TENTACIONES”
El paciente lamentó que por su bienestar ha tenido que alejarse de esos encuentros porque “se come bastante, recientemente hubo una en temporadas navideñas y de fin de año, carneadas, bebidas de todo tipo, entonces, estar ahí implica comerse hasta quince tortillas y yo sé que voy a caer”.
Para Francisco, adelgazar se trata de un tema de actitud, saber siempre cómo actuar ante las tentaciones y tener claro las cantidades aptas, además del menú, es decir recordar el lema de la clínica: “Cero excusas, solo resultados”.
“Yo quiero seguir saludable, tengo tres hijos y, gracias a Dios, con mi esposa hacemos equipo porque ella entró también al programa y aparte de hacer caminatas, en la alimentación nos ponemos de acuerdo y hasta nuestros hijos han adquirido buenos hábitos alimenticios en donde las verduras, frutas, pescado y otros en cocción son predilectos, evitando así grasas”.

LAURA NEREIDA HERNÁNDEZ
“Llegué a mi peso meta pero debo mantenerme”

Laura Nereida Hernández en el pasado aparentaba ser mayor de los 30 años, debido a que llegó a pesar más de 300 libras. Después, la respiración comenzó a afectarle en su vida cotidiana y por ella misma decidió “bajarle” a las comidas.


El reto está cumplido para Laura, quien ahora practica el boxeo y natación, “antes ni siquiera comía frutas o verduras, hoy son parte de mi menú”.
Transcurrido un tiempo de no poder reducir más tallas, decidió buscar ayuda profesional; pesaba 281 libras cuando llegó a la Clínica Actívate, se ha mantenido en la “carrera” y hoy se encuentra en 175 libras.
“Se dice fácil, pero no lo ha sido; en primer lugar creo que Dios ha estado conmigo para poder ser persistente, llegué a mi peso meta, ahora debo mantenerme”.
Esa persistencia se debe también a que su familia se dedica a la venta de comida, especialmente panadería, por lo que la tentación era latente en un principio, “ahora cuento calorías cada vez que cocino y no me siento con ganas de comer más allá de lo que debe de ser diariamente”.
ENFERMEDAD HEREDADA
Comentó que lo que la llevó a la obesidad fue una enfermedad heredada de la que incluso los médicos y su madre la mantenían con dosis de vitaminas constantemente, lo que le producía las subidas de peso.
Ahora, Laura dice sentirse sana, tras una lucha a lo largo de sus treinta años, y hace un año, estando en el programa para mejorar su estilo de vida, ha logrado resultados esperados.
Al igual que todas las personas que viven en condición de sobrepeso u obesidad, Laura recordó que en el ámbito social se vive otra “batalla” y es la mental, debido a las constantes bromas “pesadas”, burlas y hasta “bullying”.
“A mí me decían en el colegio: cuidado quebrás esa silla, ¿cuánta tela gastaron en tu uniforme, en tu vestido de graduación?, ¡Ahí viene la gorda!, entre otra infinidad de expresiones crueles, como cuando le dicen y quedan viendo con desprecio a uno en el taxi o bus, por el tema de asientos…”.
“…en las tiendas, porque no hay ropa y zapatos por la talla, era incómodo, una lucha diaria, incluso, hasta para buscar trabajo se siente la discriminación, ahora todo ha cambiado junto a mi apariencia y salud”.

ANDREA MORAZÁN
“Me emocioné por los resultados de mi amiga”

Andrea Morazán Artica es una joven que ha sido estimulada por los resultados que ha observado de su amiga, Laura Nereida Hernández, de la que dijo estar orgullosa. Por esa razón, aunque no se considera en un estado de preocupación respecto a su salud o sobrepeso, dijo que ha visto que no se trata de buscar la medicina cuando se está enfermo, sino prevenir la enfermedad.
“Me emocioné por los resultados de mi amiga, Laura Nereida Hernández, al ver su dedicación y ejemplo también me motivé a cambiar mis hábitos alimenticios y ejercitarme para prevenir enfermedades, yo no soy una persona con mucho sobrepeso, pero se trata de aprender a vivir mejor”, manifestó.
La adolescente agregó que “vine a las charlas, he tenido mi cita y se me aconsejó a mejorar mi condición física por algunas libras de más, se trata de tener mejores hábitos alimenticios y servir a otros de ejemplo”.
“Lo que pretendo es mantener mi salud, estoy en proceso de desintoxicación, tengo 17 años y quiero vivir calidad de vida, empezando temprano a orientarme, educarme y ser perseverante en la prevención de enfermedades estimuladas por sobrepeso y una vida sin ejercicios”.