Lo que debes saber de la fiebre amarilla

La fiebre amarilla es una enfermedad viral que en la mayor parte de los casos provoca fiebre, escalofríos, pérdida de apetito, náuseas, dolores de cabeza y dolores musculares (principalmente en la espalda).
También es una enfermedad causada por un virus y transmitida por mosquitos.
La infección puede ocurrir de dos formas: esta primera se denomina fiebre amarilla urbana y es transmitida por el Aedes aegypti.
La fiebre amarilla silvestre se transmite por Haemagogus y Sabethe.
La enfermedad se considera aguda y hemorrágica porque la piel se pone amarilla (ictericia) y hay hemorragia real en diversos grados
Se trata de un virus tropical común en América del Sur y África.
Esta enfermedad pertenece a la clasificación de los arbovirus con diferencias entre el dengue y el zika, pese a ser de la familia de los flavivirus.
El mosquito se infecta al picar una persona o animal que ya tenga la enfermedad. Así, él pasa a transmitirla desde entonces.

Fiebre amarilla silvestre: los mosquitos se infectan picando primates con la enfermedad y se la transmiten al ser humano de dicho hábitat.
Fiebre amarilla urbana: un humano se infecta anteriormente con la fiebre silvestre y la transmite a los mosquitos urbanos (como el Aedes aegypti) que vuelven a picar a personas de esta nueva área.
En ambos casos la enfermedad es la misma, con la única diferencia de que el ciclo de transmisión ayuda a crear estrategias para evitar la propagación.
La persona infectada por el virus permanece en estado vírico, es decir, puede transmitir el virus para mosquitos hasta 7 días después de haber recibido la picadura.
Normalmente el virus causa síntomas en personas que nunca han tenido la enfermedad o que nunca s ehan puesto la correspondiente vacuna.
No se relatan casos de transmisión directa entre personas.
Personas que nunca han entrado en contacto con la fiebre amarilla o nunca se han vacunado contra ella, corren el riesgo de contraerla cuando viajan a lugares en los que existe.
El riesgo es mayor para las personas que tienen más de 60 años y cualquier persona con inmunodeficiencia grave debido al HIV/AIDS.
Muchas personas infectadas no presentan síntomas o cuando los tienen, el más común es la fiebre.
Dolores musculares en todo el cuerpo, principalmente en la espalda.
El dolor de cabeza es también uno de los principales síntomas.
La pérdida de apetito también.
Náuseas y vómitos pueden darse también en las personas ya infectadas.
También la rojez en rostro, ojos y lengua.
Otro de los síntomas es la fotofobia, una molestia muy aguda a cualquier tipo de luz.
Las personas infectadas sienten también fatiga y cansancio generalizado. Los síntomas en la fase aguda suelen durar entre 3 y 4 días y se curan solos.

Sin embargo, algunas personas pueden desarrollar síntomas más graves alrededor de las 24 horas tras su recuperación de los más leves.
En una fase tóxica, el virus puede alcanzar estos dos órganos.
Los síntomas de esta fase tóxica son el retorno a la fiebre alta.
Tiene lugar ictericia, debido al daño que el virus causa en el hígado.
La orina oscura es también otro de los síntomas que podrían darse.
Así como dolores abdominales fuertes.
Sangrar por la nariz, los ojos, la boca o el estómago, también. Dependiendo del daño causado en el organismo, esta fase puede llevar a la muerte en un período de entre siete y diez días.
Por eso, las personas deben estar atentas a los síntomas iniciales para buscar un médico rápido.
La vacuna está considerada por la OMS como la forma más rápida e importante para prevenir la fiebre amarilla. ¡Cuídate!