El reconocimiento de Estados Unidos y Rusia

Un poco conocimiento de historia universal nos enseña que Estados Unidos y Rusia son países de los más poderosos y dominantes en el mundo, están entre los cinco que integran el Consejo Permanente de Seguridad en Naciones Unidas, con derecho al veto, donde por ahora está pendiente Alemania; ese grupo elabora la agenda que ejecutarán todos los estados, además tienen sus áreas de influencia específicas; la independencia y desarrollo de países pobres se relaciona con ese entorno. Es así que su aprobación a nuestro proceso electoral y su resultado final es un claro mensaje a lo que en política se llama derecha, centro o izquierda, que en gran medida explica el reconocimiento de tantos países de diferentes ideologías. Lo anterior se origina en hechos ocurridos en nuestro proceso electoral conocidos en el mundo, veamos: 1) Todos los partidos políticos participaron en el proceso; 2) Cabe resaltar que todos los partidos políticos nombraron sus representantes capacitados para administrar todo lo relativo al proceso de votación en las mesas electorales, que lo hicieron bien de principio a fin: firmaron, sellaron y blindaron la documentación a fin de que llegara intacta a su destino; 3) Hubo observación y vigilancia permanente en los centros de votación por partidarios con celulares y otras formas, enviando la información de todo a sus partidos; además observadores independientes, periodistas, radioemisoras y canales de televisión; 4) Como siempre la documentación se entregó a comandos de las Fuerzas Armadas para su transporte y custodia hasta el Centro Nacional de Acopio; 5) A petición de parte se cambió la empresa internacional responsable de operar los datos; 6) En el Tribunal Supremo Electoral se hizo el examen de actas y conteo de votos ordinario y extraordinario, a petición de parte, dada falla en el sistema, por personas de diferentes partidos, con vigilancia y observación internacional y nacional, coincidiendo los resultados con mínima diferencia; 7) La observación internacional: OEA encontró deficiencias en el proceso, pero nada que indicara dolo; Unión Europea se orientó a lo concreto y práctico: las actas y el conteo de votos, lo que le facilitó dictaminar que el proceso fue normal y el resultado lícito. Partes interesadas con documentos según ellos válidos denunciaron fraude ante organismos internacionales, de lo cual no se conoce pronunciamiento. En Honduras ante autoridad con jurisdicción y competencia no se presentaron pruebas para emitir fallo contra las elecciones. Sin sesgo, con toda la información disponible la conclusión es que Juan Orlando Hernández Alvarado es el Presidente electo de Honduras. Lo que la Alianza hace ahora debió hacerlo muchos meses antes de las elecciones, en vista de lo que se anunciaba y fundada en ley. Ahora es injusto enviar gente inocente a arriesgar su seguridad y sus vidas, dando espacio a que la autoridad y particulares afectados procedan contra promotores y ejecutores por delitos graves en público. Lo sabio es promover un diálogo entre las partes y conexo un diálogo nacional, incluyente y sincero que genere acciones conducentes a unir a las familias y agilizar su desarrollo económico y humano, aspectos en que los partidos políticos y sus gobiernos tienen una enorme deuda histórica acumulada, causante originaria de los conflictos nacionales. Para todos, mucho ojo, “el vivo entiende a señas”…
Abog. Armando Matute Fortín
Celular 9548-2089
Tegucigalpa, M.D.C.