El memo secreto sobre el FBI en español

En medio de una gran controversia, los representantes del Partido Republicano han dado a conocer hoy un memo secreto en el cual ponen de relieve el manejo que el FBI y el Departamento de Justicia realizó sobre la campaña de Donald Trump en 2016 y la actuación de Rusia en su infiltración.
Infobae realizó la traducción completa del documento que sacude la política de los Estados Unidos y tensa aún más las relaciones entre la Casa Blanca y el FBI.
El texto completo:
Desclasificado por orden del Presidente
2 de Febrero de 2018
Para: Miembros de la Mayoría de la Comisión Permanente Selecta sobre Inteligencia de la Cámara de Representantes
De: Personal de la Mayoría de la Comisión Permanente Selecta sobre Inteligencia de la Cámara de Representantes
Asunto: Abuso de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera en el Departamento de Justicia y la Agencia Federal de Investigaciones
Propósito
Este memorándum brinda a los miembros una actualización sobre hechos de importancia relacionados con las investigaciones en curso en el Departamento de Justicia (DOJ) y la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) y su utilización de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA) durante el ciclo de las elecciones presidenciales de 2016. Nuestros hallazgos, que se detallan abajo, 1) despiertan preocupación sobre la legitimidad y la legalidad de ciertas interacciones del DOJ y el FBI con el Tribunal de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISC) y 2) representa una ruptura preocupante de los procesos legales establecidos para proteger al pueblo estadounidense de los abusos vinculados con los procesos de la FISA.
Actualización de la Investigación
El 21 de octubre de 2016 el DOJ y el FBI solicitaron y recibieron una orden de la FISA basada en causa probable (no según el Subcapítulo VII) que autorizó al FISC la vigilancia electrónica de Carter Page. Page es un ciudadano estadounidense que cumplió funciones de asesor voluntario de la campaña presidencial de [Donald] Trump. En cumplimiento de los requisitos de la FISA, su aplicación tendría que haber sido certificada primero por el director o el subdirector del FBI. Luego necesitaba de la aprobación del Fiscal General, el Fiscal General Adjunto (DAG) o el Fiscal General Auxiliar de la División de Seguridad Nacional confirmado or el Senado.
El FBI y el DOJ obtuvieron del FISC una orden inicial basada en la FISA para Carter Page y tres renovaciones. En cumplimiento de la ley (50 USC, artículo 1805 d1), una orden FISA sobre un ciudadano estadounidense se debe renovar cada 90 días ante el FISC y cada renovación exige un hallazgo separado de causa probable. El ex director James Comey firmó tres de las solicitudes FISA en cuestión en nombre del FBI, y el subdirector Andrew McCabe firmó una. La ex DAG Sally Yates, el entonces DAG interino Dana Boente y el DAG Rod Rosenstein firmaron al menos una o más solicitudes FISA cada uno, en nombre del DOJ.
Dada la naturaleza delicada de la actividad de la inteligencia extranjera, las solicitudes ante la FISA (incluidas las renovaciones) son secretas. Por ende, la confianza pública en la integridad del proceso que marca la FISA depende en la capacidad de los tribunales para hacer que el gobierno se comporte según los estándares más elevados, en particular dado que tiene que ver con la vigilancia de ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, el rigor con que el FISC protege los derechos de los nacionales, que se refuerza con la renovación de las órdenes de vigilancia cada 90 días, depende necesariamente de que el gobierno presente ante los tribunales todos los materiales y los hechos relevantes. Esto debería incluir la información que el gobierno conozca que sea potencialmente favorable al sujeto que es el objetivo de la solicitud FISA. En el caso de Carter Page, el gobierno tuvo al menos cuatro oportunidades independientes ante el FISC para presentar con precisión un recuento de los datos relevantes. Sin embargo, nuestros hallazgos indican que, tal como se describe más bajo, se omitieron materiales e información relevante.
1) El dossier que compiló Christopher Steele (Dossier Steele) en nombre del Comité Nacional Demócrata (DNC) y la campaña de Hillary Clinton constituye una parte esencial de la solicitud FISA para Carter Page. Steele fue una fuente antigua del FBI a quien el DNC y la campaña de Clinton pagaron más de USD 160.000 por medio del bufete de abogados Perkins Coie y la compañía de investigaciones Fusion GPS para que obtuviera información negativa sobre los vínculos de Donald Trump con Rusia.

  1. a) Ni la solicitud FISA inicial de octubre de 2016 ni las renovaciones revelaron o aludieron al papel de la DNC, la campaña de Clinton o cualquier partido o campaña en la financiación de los intentos de Steele, aunque por entonces los funcionarios superiores del DOJ y el FBI conocían los orígenes políticos del Dossier Steele.
  1. b) La solicitud FISA inicial señala que Steele trabajaba para una persona estadounidense identificada, pero no nombra a Fusion GPS o el director Glenn Simpson, a quien pagaba un bufete de abogados estadounidense (Perkins Coie) que representaba al DNC (a pesar de que el DOJ sabía en el momento que había actores políticos involucrados en el Dossier Steele). La solicitud no menciona que Steele, en el fondo, trabajaba para —y era pagado por— el DNC y la campaña de Clinton, o que el FBI había autorizado un pago separado para Steele por la misma información.

2) La solicitud FISA para Carter Page también citó ampliamente un artículo del 23 de septiembre de 2016 publicado en Yahoo News por Michael Isikoff, que se centra en el viaje de Page a Moscú en julio de 2016. Este artículo no corrobora el Dossier Steele porque se deriva de información que el propio Steele filtró a Yahoo News. La solicitud FISA de Page sostiene erróneamente que Steel no dio información de manera directa a Yahoo News. Steele ha reconocido en presentaciones ante la justicia británica que se encontró con Yahoo News —y varios otros medios— en septiembre de 2016 en la dirección de Fusion GPS. Perkins Coie estaba al tanto de esos contactos iniciales de Steele con los medios porque fue la sede de al menos un encuentro en Washington DC en 2016 entre Steele y Fusion GPS en el que se discutió este tema.

  1. a) Steele fue suspendido y luego cancelado como fuente del FBI por lo que el FBI define como la más seria de las infracciones: una revelación a los medios, no autorizada, sobre su relación con el FBI en un artículo del 30 de octubre de 2016 publicado en Mother Jones por David Corn. Steel tendría que haber sido exonerado por sus anteriores contactos no divulgados con Yahoo y otros medios en septiembre, antes de que en octubre se enviara al FISC la solicitud para Page, pero Steele lo ocultó al FBI de manera impropia y mintió [al FBI] sobre esos contactos.
  1. b) Los numerosos encuentros de Steele con los medios infringieron la norma central del manejo de las fuentes —mantener la confidencialidad— y demostraron que Steele se había convertido en una fuente menos que confiable para el FBI.

3) Antes y después de que Steele fuera eliminado como fuente, mantuvo contacto con el DOJ por medio de entonces asistente asociado del Fiscal General Bruce Ohr, un oficial superior del DOJ que trabajaba cerca de los fiscales generales adjuntos Yates y luego Rosenstein. Poco después de la elección, el FBI comenzó a interrogar a Ohr, y documentó sus comunicaciones con Steele. Por ejemplo, en septiembre de 2016 Steele reconoció ante Ohr sus sentimientos contra el entonces candidato Trump, cuando Steel dijo que él «estaba desesperado porque Donald Trump no fuera elegido y estaba enardecido porque no fuera presidente». Esta prueba clara de la parcialidad de Steele fue registrada por Ohr en su momento y luego en archivos oficiales del FBI, pero no se reflejan en ninguna de las solicitudes FISA para Page.

  1. a) Durante ese mismo periodo, Fusion GPS empleó a la esposa de Ohr para que ayudara en el cultivo de la investigación opositora a Trump. Más tarde Ohr brindó al FBI toda la investigación de la oposición de su esposa, que pagaron el DNC y la campaña de Clinton mediante Fusion GPS. La relación de los Ohr con Steele y Fusion GPS se ocultó, inexplicablemente, al FISC.

4) Según el titular de la división de contrainteligencia del FBI, el director auxiliar Bill Priestap, la corroboración del Dossier Steele se hallaba «en pañales» en el momento de la primera solicitud FISA para Page. Luego de que se exonerase a Steele, un informe sobre validación de fuentes realizado por una unidad independiente dentro del FBI evaluó el informe de Steele como mínimamente corroborado. Y sin embargo, a comienzos de enero de 2017 el director Comey informó al presidente electo Trump sobre un resumen del Dossier Steele, a pesar de que era —según su testimonio en junio de 2017— «escandaloso y sin verificación». Mientras que la solicitud FISA se apoyaba en el registro pasado de informes creíbles de Steele sobre otros asuntos no relacionados, ignoró u ocultó su financiamiento anti-Trump y sus motivaciones ideológicas. Más todavía, el subdirector McCabe testificó ante el Comité en diciembre de 2017 que sin la información del Dossier Steele, no se hubiera procurado ninguna orden de vigilancia del FISC.
5) La solicitud FISA para page también menciona información sobre otro miembro de la campaña de Trump, el asesor George Papadopoulos, pero no hay pruebas de ninguna cooperación o conspiración entre Page y Papadopoulos. La información sobre Papadopoulos causó la apertura de una investigación de la contrainteligencia del FBI a finales de 2016, del agente del FBI Pete Strzok. La Oficina del Consejo Asesor reasignó a Strzok en Recursos Humanos del FBI debido a los mensajes de texto impropios con su amante, la abogada del FBI Lisa Page (ninguna relación con Carter Page que se conozca), en los que ambos demostraron un claro prejuicio contra Trump y en favor de Clinton, a quien Strzok también habían investigado. Los textos entre Strzok y Lisa Page también reflejan largas conversaciones sobre la investigación, la organización de filtraciones a los medios e incluyen un encuentro con el subdirector McCabe para hablar sobre una póliza de «seguro» contra la elección del presidente Trump.