Diez mil millones de lempiras pagaron empresas al gobierno por el 1.5% del ISR

En los últimos cuatro años el sector privado hondureño calcula que, por el 1.5 por ciento de Impuesto sobre la Renta (ISR), las empresas, desde pequeñas, medianas y grandes, han pagado aproximadamente diez mil millones de lempiras al gobierno.
Empezó como una figura antievasión, de forma temporal, pero se quedó con la derogación del Artículo 22-A de la Ley del ISR, aprobada bajo Decreto 278-2013 que fue la base del “paquetazo fiscal”, que permitió sanear las finanzas públicas.
Datos del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIES) del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), documentan pagos anuales promedio de las empresas a la administración tributaria de entre 2,500 a 3,000 millones de lempiras.

DESTITUCIÓN Y RECHAZO

Con el 1.5 por ciento se gravan los ingresos brutos de las unidades productivas con ventas mayores a diez millones de lempiras por año, entró de a poco al irrumpir después el 2010 con un aporte del 1.0 por ciento.
Dos años después, la Asociación Nacional de Industriales (Andi) metió un recurso de inconstitucionalidad que surtió efectos positivos, antes que fueran destituidos los cinco magistrados que conformaban la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CJS).
El 2014, el departamento Legal del Cohep intentó quitarse este cobro, introduciendo un recurso igual al que metió la Andi, pero recibió el rechazo de los magistrados de ese momento que denegaron lo solicitado.
La eliminación de este tributo fue una de las promesas en la última campaña electoral, que terminó con una elección general que sumió al país en una nueva crisis política con efectos sobre el aparato productivo.
El tema cobra fuerza porque la cúpula empresarial pide la derogación -y no la revisión, como promete el Poder Ejecutivo- de ese impuesto antievasión. Sin embargo, Finanzas cuenta con estos ingresos al quedar establecido así en el Presupuesto General de la República 2018.

Este tributo ya forma parte de las proyecciones de recaudación, al ser parte de la meta impositiva actual mayor a 101 mil millones de lempiras publicada en el Presupuesto 2018.

IMPUESTOS VERSUS EMPLEO

Ante la insistencia del sector privado, una de las propuestas públicas de la Secretaría de Finanzas (Sefin), es revisar por rubro, pero que las empresas se comprometan a la vez y por escrito, a crear determinado número de empleos.
En cambio, la cúpula empresarial presenta varios argumentos al contrastar que con los diez mil millones de lempiras que ha sustraído el gobierno de la economía, las empresas han dejado de crear aproximadamente 200 mil puestos de trabajo.
El dato sale al dividir 10,000 millones erogados, entre 50,000 lempiras que se requieren para crear un empleo en Honduras, según mediciones de inversión y mercado de trabajo.
Para tener una idea del impacto negativo, el CIES realizó una encuesta entre los empresarios de ocho rubros, las empresas que trabajan en base a volumen aparecen como las más afectadas.
Se conoció que una cadena de supermercados está entre continuar o irse a la quiebra, aduciendo baja rentabilidad, luego de cuatro años de estar pagando el 1.5 por ciento al fisco.

Fuente: Sefin, Anteproyecto de Presupuesto 2018.

CONSTRUCCIÓN, COMERCIO E INDUSTRIA EN ‘’ROJO’’

La medición de daños por rubros, muestra a la construcción, transporte y almacenamiento, agricultura, silvicultura, caza y pesca, entre los que menos están ganando, con utilidades del 1 y 3 por ciento, respectivamente.
Las empresas que escapan a la descapitalización, supuestamente por culpa de este tributo, son del sector Inmobiliario y Turismo con 9 y 54 por ciento; en resumen, se salvan solo las unidades productivas, con utilidades mayores el 6 por ciento.
Los análisis indican que a pesar que nominalmente las empresas deben pagar una tasa del 25 por ciento sobre los ingresos, al final, terminan pagando una tasa promedio del 42 por ciento, solo comparado al promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE).
En conclusión, los empresarios argumentan que, aunque este ingreso ya está documentado, se puede eliminar y citan que las proyecciones de recaudación siempre han sido mayores a lo proyectado en estos años.

Fuente: Sefin, Anteproyecto de Presupuesto 2018.

EXTEMPORÁNEO

También, que ya no tiene razón de ser, como medida antievasión, porque la implementación del Sistema de Facturación Electrónica llegó a cumplir la misión original para que fue implementado el 1.5 por ciento.
Para algunos dirigentes de la iniciativa privada, el 1.5 por ciento fue una especie de venganza general que aplicó el gobierno al sentirse incapaz de controlar la evasión al momento de implementarlo en 2013.
Se sumó, en su momento, el déficit fiscal del 7.9 por ciento que experimentaron las finanzas públicas.
En este momento ven factible eliminarlo al existir, hoy día, una administración tributaria fortalecida, con personal capaz que cuenta con las herramientas necesarias para atacar la evasión como la facturación electrónica y la Ley de Precios de Transferencia.
Al analizar en un contexto amplio, resulta que el 1.5 por ciento representó el 10 por ciento del total de la meta impositiva del año anterior y el 1.86 por ciento del PIB nominal del país.
Pero para empresas que facturan volúmenes altos con baja rentabilidad, esta medida impositiva ha sido un factor de desequilibrio financiero, resumen los informes del sector privado hondureño. (JB)

ARGUMENTOS
Sector privado
-El 1.5 por ciento tiene carácter confiscatorio porque grava ingresos y no utilidades netas.
-Viola el precepto de la legalidad, porque los tributos deben ser iguales entre personas que se encuentran en situaciones análogas.
-Es desproporcional en virtud que los impuestos deben estar en función de la capacidad de tributar de los obligados.
-Es inequitativo e inconstitucional tomando en cuenta los argumentos antes expuestos.
-Los rubros con utilidades menores al 6 por ciento son los más afectados, no existe un registro puntual, pero se dice que muchas unidades productivas ya cerraron operaciones; algunas recurrieron a préstamos en la banca para cumplir con este compromiso, otras están en proceso de cierre o en camino a la quiebra.
Sector público
-El 1.5 por ciento se implementó para atacar una evasión que se calcula en alrededor del 50 por ciento en el Impuesto sobre la Renta.
-Se calcula que rubros que crecen anualmente como el financiero, aportan menos del 1.5 por ciento en ISR.
-Es una medida antievasión y la presión fiscal del país, pese a ser la más alta de la región, es menor en comparación a países como Argentina donde ronda el 36 por ciento.
-En contraste al 1.5 por ciento, el Estado otorga alrededor del 7.5 por ciento del PIB en exoneraciones a rubros como energía, industria textil, iglesias, Organizaciones No Gubernamentales, turismo y agro.
-Honduras es uno de los países con un alto grado de fuga de capitales a paraísos fiscales de sectores como turismo, industria extractiva, producción de energía, sector frutero, entre otros.
-Los recursos que genera este tributo sirven para financiar proyectos de desarrollo social e infraestructura.
OPINIONES
ARMANDO URTECHO
“Nos tratan como delincuentes”
El director ejecutivo del Cohep, Armando Urtecho, expresó que con el 1.5 por ciento “el único que ha estado ganando es el gobierno, las empresas no están ganando, no pueden generar más empleo, porque la carga tributaria es alta”.
“Al empresario lo consideran casi un delincuente por parte de la SAR (Servicio de Administración de Rentas), en lugar de ser el mejor colaborador que tiene el Estado. Pero aquí nos tratan como delincuentes, creen que hay evasión”.
“Esa ya no es una norma antievasión, es un impuesto con un apelativo… pero si no se elimina, no creo que se vaya a generar el empleo que pretende el gobierno”, puntualizó el dirigente empresarial.
ECONOMISTA
La evasión “es un deporte nacional”
El economista y exministro de Finanzas, Hugo Noé Pino, es del criterio que se puede eliminar el 1.5 por ciento, pero aplicando otras medidas que reduzcan la evasión fiscal que tiene matices culturales.
“Es una medida antievasión, yo estaría de acuerdo que se elimine, siempre y cuando se establezcan medidas adicionales”, que limiten la evasión. “Porque el deporte nacional, en muchos sectores empresariales, es evadir impuestos”.
“Entonces, si se establecen mecanismos que permitan evitar esa evasión de tal forma que no distorsione, como dicen los empresarios, el flujo de caja que ellos tienen del 1.5 por ciento, pues se podría hacer”.
Detalló que el principal obstáculo en este momento a la inversión, no es la presión fiscal, como lo afirman los empresarios, sino la crisis política y la debilidad institucional que aqueja a Honduras.
CÚPULA EMPRESARIAL
Espanta la inversión
El vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikafi, sostiene que en la mente del Presidente Juan Orlando Hernández tiene el tema de la generación de empleo.
Además, que “el 1.5 por ciento hay que verlo desde una forma integral, pero definitivamente, tiene que ser derogado. La animadversión que causa este impuesto es muy dañina para la inversión nacional y extranjera”.
Por otra parte, manifestó que la posición del sector privado es que la revisión del tema tributario debe incluir la disminución de trámites en temas puntuales como el otorgamiento de permisos de construcción, ambientales o sanitarios.
FINANZAS
Habría que recortar partidas presupuestarias
Una de las preocupaciones de los empresarios es la devolución del crédito fiscal, según la recién juramentada ministra de Finanzas, Rocío Tábora, al ser consultada sobre la posibilidad de eliminar el 1.5 por ciento.
“Una de las preocupaciones mayores de ellos, es la lentitud de las devoluciones fiscales. Ellos dicen que son como 650 millones de lempiras, tenemos que ver cómo esos procesos tienen que ser más eficientes”.
En relación a una eventual derogación, Tábora explicó: “siempre me imagino de dónde recortar”, gastos, al tiempo de detallar que podría ser de la partida presupuestaria para emergencias entre una gama de fondos. “Es complejo, no hay una sola fuente, y si ese fuese el caso, habría que ir… pero yo quisiera que no fuera así”.