El obrero del sector construcción, Eduardo Rodas, tenía siete meses sin trabajo y estaba desesperado, pero afortunadamente ahora es uno de los beneficiados con una plaza en la construcción del Centro Cívico Gubernamental (CCG), en Tegucigalpa.
“Me sentía sin esperanzas, iba de obra en obra, en ningún lugar había empleo, pero mi problema terminó en noviembre pasado cuando empecé a trabajar aquí”, agregó Rodas en uno de sus tiempos libres, en ese proyecto capitalino que avanza como una de las principales fuentes de empleo directo e indirecto.
“Me siento feliz, porque se terminó mi angustia y de paso tengo la oportunidad de trabajar en esta obra histórica”, señaló Eduardo Rodas, antes de retornar a sus labores.
Según las estimaciones de la empresa constructora, el Centro Cívico Gubernamental, ejecutado bajo Alianza Público Privada (APP), empezará a ser entregada en los primeros tres meses del próximo año. Son dos torres con 25 pisos cada una.
Esto le permitirá al pueblo hondureño el ahorro de al menos mil millones de lempiras al año por concepto de alquiler. Además, la atención será más rápida y eficiente, porque todas las oficinas estarán en un solo lugar.
“No podemos seguir gastando dinero en alquileres. Vamos a invertir y a pagar por lo nuestro. Así nos ahorremos muchísimo dinero que podrá ser utilizado en otras necesidades”, indicó el Presidente Juan Orlando Hernández, impulsador de la construcción del Centro Cívico Gubernamental.
En total, agregó Hernández, el Centro Cívico Gubernamental habrá generado 22 mil empleos, cuatro mil de forma directa y 18 mil indirectos.
Dany Velázquez es otro de esos empleados directos, él tiene ocho meses de estar en el departamento de construcción y losas. “Esta ha sido una linda experiencia y me siento bendecido, porque ahora tengo una fuente de trabajo”.
“Me siento orgulloso de estar en esta obra, en un futuro podré decir, ahí está mi granito de arena” comentó Velázquez con evidente satisfacción.
DEDICACIÓN Y DISCIPLINA
Por su parte, el albañil César Velázquez de 29 años, destacó que “Gracias a este trabajo y a mi esfuerzo mi familia está comiendo, no falta la comida en mi casa. Además, he aprendido en la estructura metálica de hierro”.
Delfino Rangel, director de proyecto de GIA, la empresa mexicana encargada de la obra, destaca la responsabilidad, dedicación y disciplina de los hondureños que trabajan en la construcción del Centro Cívico Gubernamental.
“Son perfeccionistas para trabajar, responsables, dispuestos a trabajar duro. He quedado gratamente sorprendido de la mano de la obra hondureña”, señala.
“Tenemos contemplado contratar a algunos de estos muchachos para que vayan a trabajar a México, porque son gran ejemplo de conducta y voluntad para trabajar”, expresó Rangel.
Como hormigas laboriosas, los trabajadores hondureños caminan por las ramplas vestidos de chalecos fosforescentes y protegidos por cascos, mientras empujan carretas con bloques, ladrillos, cementos, varillas y otros materiales de construcción.
También se les puede ver suspendido a varios metros de altura, trabajando en la construcción de los niveles de las dos torres. Las medidas de seguridad son extremas y es obligatorio el uso de arneses.
Kevin Estrada, que está en la parte de aseo de la construcción, aportó que “tengo un año de estar trabajando y he aprendido mucho en esta construcción. Esta será una bella obra y la veremos con orgullo”.
La construcción marcha de acuerdo a lo programado, sin atrasos. Esto se debe en gran medida a la ética de trabajo de la mano de obra hondureña, símbolo de un país que construye su presente y su futuro con optimismo.
Centro Cívico Gubernamental generará 4 mil empleos directos
