Grama sintética, alternativa a canchas en malas condiciones

En los últimos torneos del fútbol hondureño, entrenadores, futbolistas y directivos se han quejado constantemente porque a su juicio algunos terrenos de juego no reúnen las condiciones y atentan contra la integridad de los jugadores.
Los estadios de La Ceiba, El Progreso y Tocoa, han sido el blanco de las críticas, sobre todo en temporada de invierno o cuando algún fenómeno natural provoca lluvias ya que esos céspedes no soportan los torrenciales aguaceros y dejan de ser escenarios aptos para jugar fútbol profesional.
Frente a esta situación sustituir el pasto natural por grama sintética se presenta como una gran alternativa para evitar este tipo de eventos que al final perjudican el espectáculo.
Melvin Simón, gerente de la empresa Canchas Deportivas de Honduras, explica que ellos manejan una gama de campos sintéticos y naturales, pero que darle mantenimiento a un pasto natural es mucho más complejo.

COSTOS DE CONSTRUCCIÓN
Y MANTENIMIENTO

“Si lo vemos desde el punto de vista económico de entrada es más barato construir un campo con grama natural, pero la situación no termina ahí porque a futuro resulta mucho más caro”.
Simón considera que los gastos de mantenimiento de un césped natural son mucho más altos y además explica que el factor agua es determinante.
“Uno de los grandes problemas de los campos naturales es el agua, el césped natural es un ser vivo y como tal hay que tratarlo, si la calidad del agua es mala (tiene mucho calcio), la grama no crece, ese es apenas uno de los factores contra los que se tiene que luchar”.
“Los cuidados son mucho más complejos, necesita fertilizantes, cortes especiales, además en las épocas lluviosas sufre bastante, ahora mismo los grandes países han recurrido a lo sintético”.
“El pasto natural hay que cuidarlo a diario, si hacemos números por ejemplo entre lo que son fertilizantes, cortes, limpiezas, gastamos 25 mil lempiras mensuales en mantenimiento es decir 300 mil al año, mientras que a los campos sintéticos les damos mantenimiento cada tres meses y gastamos 15 mil lempiras, 60 mil al año, la diferencia es muy grande”.
“Los costos de construcción son muy similares, lo que hace más atractivo al campo sintético son las ventajas que ofrece, beneficia el espectáculo porque se puede hacer un juego más fluido y encima lo pueden rentar para otro tipo de eventos y eso significaría ingresos extras para los equipos”.
“Un campo sintético bien construido puede soportar un fuerte aguacero y por mucho 10 minutos después de una gran tormenta debe estar en condiciones óptimas porque el drenaje es constante, se pueden jugar dos partidos consecutivos”.

LESIONES Y GARANTÍAS

Simón habló sobre los períodos de duración de un campo sintético considerando que la inversión es alta. “El proveedor le puede dar una garantía de ocho años, eso no significa que tras ese tiempo la grama ya no va servir, eso solo es el tiempo que la empresa le ofrece, pero un campo bien construido con los materiales correctos puede durar hasta 15 años”.
“La grama sintética ha evolucionado y las lesiones de los futbolistas ya no son un riesgo, si se usan los complementos correctos como las arenas silicen, no arena de río, y caucho criogenizado, no llanta picada, seguro no habrá problemas de lesiones. Estados Unidos en los últimos años ha recurrido mucho a lo sintético”.
“Existe una grama que la denominamos híbrida que es una mezcla de natural y sintético que es lo que se está usando en Europa y así se evitan muchos problemas. Campos como el de Tocoa y El Progreso se corren muchos riesgos de lesión y no se puede jugar dos juegos seguidos”.