Las ciudades accesibles, un nuevo reto para Honduras

Por el Arq. Ricardo Calderón Deras
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Unas de las prioridades para los gobiernos locales en Honduras es hacer las ciudades accesibles, pues uno de los sectores más sensibles son las personas con discapacidad y las personas de la tercera edad, quienes además de enfrentar sus dificultades económicas y sociales tienen que afrontar día a día las barreras físicas existentes en los espacios urbanos y arquitectónicos tanto públicos como privados, lo que hace mas difícil su inserción en la sociedad. La discapacidad se clasifica en discapacidad auditiva, discapacidad intelectual, discapacidad neuromotora y discapacidad visual.
Se debe contribuir a la solución de las demandas de las personas con discapacidad construyendo un ambiente accesible, en la cual se debe eliminar los obstáculos del entorno físico para facilitar el acceso y uso de los espacios, así como los servicios urbanos. Entre los principales criterios para el diseño de una ciudad accesible están los siguientes: garantizar la continuidad de rutas libres de obstáculos al interior de las edificaciones y espacios abiertos, admitir que la accesibilidad es una obligación de los constructores y que todo permiso de construcción emitido por las alcaldías municipales del país debe ser validado para hacer accesible a todo tipo de espacios (abiertos y cerrados), definir una serie de medidas y criterios constructivos mínimos para el diseño de espacios y mobiliario que garanticen el uso y acceso a un número cada vez más grande de personas.
Las personas con discapacidad para apoyar sus actividades cotidianas y sus desplazamientos requieren de objetos llamados ayudas técnicas como bastones, sillas de rueda, perros guías, muletas, andadores, entre otras. Estas ayudas técnicas forman parte de la vida diaria de estas personas para usarlas con seguridad y demandan de un diseño adecuado en todos los espacios y mobiliarios en cuanto a sus características y dimensiones. Estos requerimientos especiales son necesarios para niños, adultos mayores y personas con discapacidades temporales.
Se deben analizar las barreras físicas, arquitectónicas y urbanas en las ciudades, construcciones e instalaciones de uso público y privado. Realizar estudios y medidas antropométricas sobre este grupo de personas. Revisar las leyes y reglamentos de accesibilidad nacionales e internacionales y es ahí donde el gobierno central y las alcaldías municipales deben tener la voluntad en cumplir el compromiso de hacer ciudades accesibles en Honduras. También sensibilizar a todos los profesionales como ser arquitectos e ingenieros civiles que proyectan o diseñan y  construyen espacios, deben eliminar las barreras físicas y sociales para facilitar el acceso, el libre desplazamiento y un mejor aprovechamiento de los espacios públicos, al igual se debe involucrar a la sociedad para convertir la ciudad accesible en una causa realmente de todos.
Adaptar el diseño universal y la accesibilidad debe ser el marco para la modificación y mejoramiento de la estructura urbana en las edificaciones y en nuestras ciudades no debe constituir una limitación cuya consecuencia signifique llenar de parches los edificios y los espacios abiertos. Estos criterios deben de enriquecer los diferentes proyectos y garantizar edificios y ciudades incluyentes además de construir un ambiente más adecuado, proporcionando el libre acceso para todos.