Estuche de poesía múltiple

Por: Segisfredo Infante
Los escritores hondureños, con las salvedades de cada caso, somos contrarios a la idea pluralista de incluir a los demás. Con la agenda siempre oculta de la exclusión, buscamos “argumentos” derivados de las modas; de las capillas personalísimas; de las simpatías y antipatías; de las famas o la rueda de la fortuna; de las tendencias ideológicas de turno y, sobre todo, de la antigua falacia de autoridad, razón por la cual es harto difícil elaborar con imparcialidad una reconstrucción del quehacer intelectual hondureño en general, especialmente en los campos de la poesía. Desde luego que resulta imperativo mencionar los nombres de Rómulo E. Durón, Froylán Turcios, Heliodoro Valle, Manuel Luna Mejía, Medardo Mejía, Ramón Oquelí y Helen Umaña, unos más que otros, por sus actividades sistemáticas encaminadas a promover la literatura hondureña al margen de las líneas políticas y de las simpatías y antipatías personales, transitorias dicho sea de paso.
Nosotros también hicimos nuestra parte, con Oscar Cerrato y Juan Ramón Martínez, al publicar en el viejo Boletín Literario-Informativo “18-Conejo” de la vieja Editorial Universitaria de la UNAH, a todos los poetas viejos, consagrados o en proceso de consagración. Pero, sobre todo, les publicamos a los poetas y narradores jovencísimos que por primera vez daban a conocer un texto. Los archivos de “18-Conejo”, en caso que todavía subsistan en las hemerotecas, son una muestra fehaciente de lo aquí afirmado. Después continuamos con la tarea, un poco más selectiva, en la Revista Histórico-Literaria “Caxa Real”, de la cual es posible conseguir todavía algunos ejemplares dispersos.
En todo caso queremos resaltar cuatro grandes iniciativas tendientes a agrupar a los poetas hondureños de los más variados estilos y tendencias, en cuatro volúmenes o legajos principales. En primer lugar es imposible olvidar la “Honduras Literaria” en prosa y en verso de don Rómulo E. Durón, sin cuya iniciativa sería harto difícil rastrear a los poetas del siglo diecinueve y comienzos del veinte. Pero quizás el trabajo más arduo y completo de búsqueda y recopilación que se ha hecho en toda la historia nacional, fue el realizado a finales de los años cincuentas del siglo veinte, por don Manuel Luna Mejía, con su “Índice General de Poesía Hondureña” (México, 1961), en donde fueron incluidas las muestras de todos los grandes, medianos, pequeños y anónimos poetas de nuestro país, sin sectarismos y sin exclusión alguna. Un trabajo similar, añadiendo críticas y comentarios, hizo Helen Umaña en su libro “La Palabra Iluminada; el discurso poético en Honduras”, Editorial Letra Negra, año 2006. Por cierto que alguien lanzó una expresión al aire, como un contrasentido barbárico, que había que “quemar” este libro de Helen Umaña.
Pero bien. Lo central de nuestro artículo es resaltar el legajo de ochenta y ocho poetas y narradores publicados por el Centro Cultural de España, bajo la amable y desprendida dirección de don Joaquín Benito. Se trata de un estuche de cartón en donde se custodian ochenta y ocho textos en páginas sueltas de color amarillento. No se trata de una selección prefabricada, con criterios críticos o excluyentes, sino del resultado de lecturas literarias realizadas espontáneamente a lo largo de diez años de existencia del Centro Cultural aludido. Creo que esta muestra es la más singular y pluralista de los últimos sesenta años, en tanto que se reúnen los autores más variados e incluso contrapuestos entre sí, por razones y sinrazones múltiples. No es un libro. Es un estuche para que cada quien lo pueda encuadernar a su propio gusto. Según los sabores o sinsabores de cada cual.
Aunque podríamos incurrir en un acto de injusticia, se vuelve necesario, para el consumo de nuestros pacientes lectores, mencionar, casi al azar, algunos de los nombres recopilados en el estuche que lleva por título sugerente “Diez Años, Cien Mil palabras”: Denise Vargas, María Eugenia Ramos, Ernesto Bondy, José Luis Quesada, Delmis Emilia, Leonel Alvarado, Rigoberto Paredes, Rolando Kattan, Ney Edelmira Reyes, Salvador Madrid, Dennis Ávila, Segisfredo Infante, Roberto Sosa, Pompeyo del Valle, Elisa Logan, Fabricio Estrada, Rebeca Becerra, Israel Serrano, Venus Ixchel Mejía, Rolando López Tróchez, Jorge Martínez Mejía, Xiomara Cacho, Laura Yanes, Anarella Vélez Osejo, Marta Susana Prieto, Tito Estrada, Eduardo Francisco Montalvo, Jorge Montenegro, Javier Vindel, Aleyda Romero, Alejandra Munguía, Víctor Ramos, Julio Escoto, Samuel Trigueros. Etc. La historia literaria de una colectividad, o de un individuo, se construye lentamente, zigzagueantemente, con errores y aciertos a lo largo de toda una vida. ¡¡Sea!!