Blanca Mourra de Zablah

Mientras Dios y este medio de comunicación así me lo permitan voy a utilizar este don de escribir que heredé de mi padre, para honrar a aquellas personas que traen al mundo una luz tan grande… que incluso después de haberse ido su luz permanece con nosotros.
Tal es el caso de la apreciada señora Blanca Mourra de Zablah, quien falleció el lunes 26 de febrero en la ciudad de Torreón Coahuila, México. Madre de nuestros amigos y amiga Eduardo, Enrique, Blanca y Fernando Zablah Mourra. Como amigo cercano de la familia puedo dar fe que doña Blanquita en vida supo ser una extraordinaria madre, consejera y amiga de sus hijos, una esposa cariñosa, respetuosa y fiel a sus principios morales y católicos que profesó y practicó con su ejemplo. Supo cultivar la amistad, la solidaridad, de forma incondicionalidad, su sinceridad y el compromiso con sus semejantes fueron virtudes que la acompañaron a lo largo de su vida.
Doña Blanca, no fue una figura pública, sin embargo, una persona muy especial que para mí fue como una segunda madre en mi infancia y una entrañable amiga de mi madre. Nuestra familia, sus amistades en Honduras lamentamos mucho su pérdida física pues deja un vacío en nuestras vidas, sin embargo, el cariño para ella y su recuerdo será imborrable. Era tía política de nuestro alcalde, Nasry Asfura Zablah.
Mi pésame también lo extiendo a sus sobrinos y nietos. Estoy seguro, don Nassin (Q.D.E.P) (fue el propietario original del local a donde funciona hoy en día Diario LA TRIBUNA en Tegucigalpa) y doña Blanca ahora se han reunido de nuevo en algún lugar en el cielo.
Que en paz descanse doña Blanca Mourra de Zablah.
Dennis Espinal
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