Iglesia Católica: “Jesús es trigo de amor que muere como semilla fecunda”

El padre Juan Carlos Martínez, en su mensaje en la Homilía Dominical en la Catedral Metropolitana en Tegucigalpa, dijo que “Jesús se dirigió no a los gentiles, sino a sus discípulos y declara por primera vez que ha llegado la hora en que se manifestara la gloria del hijo del hombre, es decir se va manifestar su amor fiel hasta el final, hasta la entrega de su vida”.
A llegado la hora para todos, ¿Cuál es esa hora? Se preguntó, es la hora del amor, de la manifestación del amor hasta el extremo, cada uno de nosotros nos podemos preguntar ¿A llegado para mí la hora? Ha llegado la hora de optar por el amor, como forma se trata de vivir cada día en cada momento siguiendo Jesús y recorriendo su camino”.
Explicó que “es decir, vivir la vida con un dinamismo de entrega total, defendiendo la vida, dando la vida y despertando la vida, Jesús explica todo esto con una pequeña parábola, si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda en infecundo, pero si muere da mucho fruto, se refiere a su muerte y quiere decir no se puede producir vida, sin dar la vida”.
Agregó que “quiere decir que la vida es fruto del amor, la vida no puede brotar, sino hay un verdadero amor, Jesús mismo es el grano de trigo al que matan y entierran, Jesús es trigo de amor que muere como semilla fecunda, vida que triunfa sobre la muerte”.
En la imagen del grano que muere en tierra, Jesús afirma que el ser humano lleva dentro de sí potencias de vidas, pero para que se libere optar por vivir el amor verdadero.
Morir para dar mucho fruto, es dejar de aferrarnos a las falsas seguridades, seguridades como el tener, el poder y el aparentar, solo es posible dar fruto si la vida del amor y de la luz brota de nuestros corazones, de ese lugar profundo donde nos sentimos amados y sostenidos por Jesús.
Jesús a continuación afirma, el que se ama a si mismo se pierde y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardara para la vida eterna, ¿Qué quieren decir estas palabras?, quieren decir que dar la propia vida, es la suprema medida del amor y esta no es una perdida para nadie, sino su máxima ganancia, quiere decir que vivir de manera egocéntrica es perder lo mejor de nuestra vida, estas palabras de Jesús no significan frustrar la propia vida, sino llevarla a su plenitud.
¿Cuál es esa vida a la que Jesús se refiere y que tenemos miedo de perder?, lo que tenemos miedo a perder, no es solo la vida física, sino la vida según los valores de este mundo, un mundo en el que el sentido del evangelio de Juan significa el sistema injusto en que vivimos, los valores de este mundo, un mundo vacío de Dios y lleno de ídolos, la sed de riqueza, la sed de poder que crean injusticia, la corrupción que genera sufrimiento a tantos seres humanos.
También nuestro deseo compulsivo de tener éxitos de amados y reconocidos de manera exagerada, estos días de Cuaresma son para nosotros una gran oportunidad de volvernos a lo esencial, como aquellos griegos que deseaban ver a Jesús que han venido para que el mundo.
Concluyo diciendo que “nosotros necesitamos y descubrir la absoluta novedad de su mensaje de liberación, ahora mi alma esta agitada Jesús con esas palabras se siente nervioso, lleno de miedo, se da cuenta de que su vida está llegando al final, es un momento en que Jesús se siente triste”.