La idea es encomiable y tiene un espíritu idealista, que manifiesta el honrado y honesto deseo de sacar a nuestra patria del paroxismo en que se halla actualmente. El principal problema actual es la falta de liderazgo, no solo regional sino mundial, la misma “nación del norte” está dirigida por un hombre de negocios pero impolítico. Dejaron de aparecer “verdaderos burgueses” desde la mitad del siglo pasado o quizás antes, aquella clase egregia de la que hablaba el filósofo Ortega ha como desaparecido o más bien se ha debilitado y perdido su vigor moral y espiritual, pueden ser exitosos medianamente en el plano económico más no en el plano político y estratégico y mucho menos en el moral y fraternal al cual usted (Segisfredo Infante, La Burguesía Nacional) ha hecho alusión.
Ha ocurrido algo como lo que a los visigodos peninsulares, que fueron perdiendo el vigor que conservaron sus hermanos galos y germanos, y estos países sí lograron estadios de desarrollo como sociedad interesantes. Aun la emblemática burguesía inglesa ha sido afectada por la idea neoliberal. Sin embargo la aparición de un clase egregia económica inteligente es deseable para los intereses estratégicos de nuestra sociedad para crear empleo masivo y digno.
El Patepluma
La Tribuna Online
