Los hondureños desahogaron sus penas, deudas, fatiga laboral, emocional y demás “achaques”, entre otros problemas, al sumarse a las caravanas de Semana Santa en busca, no solo de un “relax” o diversión; sino también para visitar a seres queridos en el interior del país.
Más de 3.5 millones de viajeros aprovecharon el asueto otorgado por el gobierno con el fin de empujar el consumo en varias partes del país y de alguna manera dinamizar la economía en beneficio de pequeños, mediados y grandes empresarios.
El largo descanso de nueve días concedido a los funcionarios y empleados públicos y cuatro por la empresa privada, fueron determinantes para promover la movilización en los principales puntos carreteros hacia el norte, sur, oriente y occidente.
Las playas de Tela, Puerto Cortés, Omoa, Trujillo e Islas de la Bahía sobresalen como los puntos de mayor atracción.
La “industria sin chimenea” ha logrado siempre en esta temporada un repunte en el contexto de hotelería, restaurantes y tiendas de conveniencia, servicio de trasporte aéreo,acuático y terrestre.
Este año el turismo arqueológico e histórico como el que ofrecen los departamentos de Copán, Gracias, Intibucá, Comayagua, también reflejaron la preferencia de los extranjeros, sumado al religioso que proyecta resultados positivos ya que el mensaje del cristianismo llega a las masas y con ello se estimula a la sana convivencia.
LAMENTABLE
El “punto negro” se registró con diversos actos de violencia y criminalidad que no cesaron, pese a los esfuerzos de los diferentes entes de seguridad.
Según autoridades, se registraron 55 homicidios durante este período, seis menos en relación a 2017.
Además, 23 accidentes viales con cuatro fallecidos y 87 heridos, según el último conteo realizado hasta las 2:00 de la tarde del domingo.
La Dirección General de Medicina Forense registró en sus autopsias en Tegucigalpa 36 decesos, entre ellos nueve cuerpos trasladados de las morgues regionales.
Asimismo,17 cuerpos cuya causa de muerte fue por ahogamiento, pero solo se autopsió uno debido a que los otros fueron registrados por rescatistas de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y Cuerpo de Bomberos en el lugar de los hechos en donde los familiares no permitieron sus traslados.
Sumado a eso, 12 muertes por laceración, contusión y hemorragia cerebral.
EN ESTUDIO
Medicina Forense mantenía en estudio 12 muertes, por hemotórax siete,una asfixiada por sumersión, dos por traumatismo medular, una por exanguinación (Fenómeno biológico de pérdida de gran parte o todo el volumen sanguíneo de una persona, sin lograr reponerlo adecuadamente con transfusión, a causa de una imposibilidad técnica para cortar la hemorragia o por no disponer de un quirófano en el lugar y en el momento oportuno) y otra por hemoperitoneo (presencia de sangre extravasada en la cavidad peritoneal).
Las edades de los cuerpos autopsiados hasta ayer por la tarde fueron entre los 18 hasta los 60 años. Menores de 18 años, cuatro cuerpos.
Hasta ayer en horas de la noche continuaba el ingreso a la capital de decenas de vehículos con ciudadanos que aprovecharon de una u otra forma la Semana Santa.
Eran las 8:00 de la noche y el Presiente Juan Orlando Hernández utilizaba sus cuentas de redes sociales para pedir calma y responsabilidad en las carreteras.
Mientras tanto, las iglesias Católica y Evangélica finalizaban su agenda que desde tempranas horas llevaron a cabo con los cultos religiosos en honor a Jesucristo.
Las iglesias también se colmaron de creyentes, católicos y evangélicos que celebraron y se regocijaron en el Hijo de Dios, quien murió por los pecados de la humanidad, como muestra de su amor y al tercer día resucitó para que la fe en Él permanezca hasta el último aliento de vida. (SA)