Carlos Alemán, de 21 años de edad, era un joven estudiante de la carrera de Ciencias Sociales y Jurídicas del país, y su anhelo era convertirse en un profesional del Derecho, sin embargo nunca se imaginó que sus propios “amigos” le cortarían sus aspiraciones, al asesinarlo en el interior del carro de su madre.
Alemán fue encontrado sin vida en el interior de un vehículo Ford Escape, tipo camioneta roja, con placas PDE 8436, en el asiento del conductor y estaba estacionado en una calle de tierra, la cual está ubicada en la carretera vieja al departamento de Olancho, en el caserío de Carpintero, al noroeste que de Tegucigalpa conduce a ese sector.
Un testigo dijo que los jóvenes se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas y otro tipo de sustancia en horas de la noche y después de una hora se escuchó una discusión entre los cuatro que salieron corriendo.
Luego de la discusión uno de sus “amigos” lo pretendió asfixiar con un lazo desde la parte de atrás, es decir era un muchacho que andaba con ellos y se había sentado en la parte trasera del asiento del conductor.
Mientras Alemán pretendía salvar su vida al tratar de quitarse la soga, otro de los “amigos” lo apuñaló con un filoso cuchillo, asestándole ocho heridas mortales en el tórax.
Alemán había salido de su vivienda, ubicada en al residencial El Molinón, de esta capital, en horas de la noche, luego que su madre le había facilitado el vehículo para que se reuniera con sus amigos, quienes supuestamente le quitaron la vida en horas de la madrugada de ayer.
Una vez cometido el asesinato, los sospechosos abandonaron la escena del crimen y se regresaron caminando a la capital, para luego esconderse y evitar la interrogación de los cuerpos de seguridad, que ya están de tras de ellos, para ponerlos a disposición de la Fiscalía.
Una vez que los testigos informaron a los cuerpos de seguridad la dantesca escena criminal, personal del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses se trasladaron hasta Carpintero, donde hicieron el respetivo levantamiento cadavérico del joven estudiante universitario.
Este asesinato tiene similitudes al ocurrido el 11 de octubre de 2017 contra Carlos Collier, quien murió supuestamente a manos de sus “amigos”, a diferencia que a este no le dispararon en una sola ocasión y a Carlos Alemán lo apuñalaron sin contemplaciones.
Al momento del crimen contra Alemán, este vestía un short negro y blanco, camiseta ocre y tenis y calcetines grises, los malvivientes hasta su billetera le llevaron para que no fuese identificado rápidamente y así darse a la fuga.
Sin embargo, sus familiares se hicieron presentes a la Morgue del Ministerio Público (MP), debido a la certera cobertura de los medios de comunicación, quienes se trasladaron hasta la escena del crimen que desde el parque La Concordia, comunica a la aldea de Carpintero.