Péndulo y subibaja

Por Carlos Eduardo Reina Flores

Como el movimiento del péndulo, o bien del subibaja. De pronto los que habían alcanzado el poder lo pierden, desechados por los mismos que los subieron. Los pueblos prueban para un lado y para el otro. A veces yendo a los extremos, otras en algún lugar intermedio. Todo gobierno se agota y con el tiempo se consume. Independientemente del apego de las fuerzas políticas con las doctrinas que les dieron vida. Pese a que también la militancia, con el pasar de los años, desconozca de dónde viene su partido o siquiera lo que este representa. Lo que lo diferencia de otras corrientes, o si en la actualidad asemejan algo de lo que una vez fueron. Dos conceptos para este corto ensayo. La democracia social suele confundirse con el socialismo democrático. El segundo es llanamente socialismo impuesto democráticamente. Socialismo: donde el estado controla los medios de producción, eliminando la propiedad privada.

Democráticamente: donde la mayoría se impone al criterio individual.

La Comuna de París fue el primer estado del proletariado del mundo (la primera dictadura proletaria). Marx, desde su exilio en Inglaterra, la consideró como “la alborada de la revolución social que liberará a la humanidad para siempre del régimen de clases”. El partido Nazi, se engendró como una secta nacional socialista en Alemania. Luchó dentro de la democracia para alcanzar el poder. Hasta que lo logra con el voto mayoritario. Como las mayorías se imponen sobre las minorías, desde el poder se convirtieron en dictadura oprimiendo a las minorías. La semblanza más próxima la encontraron en el fascismo. Ambos sistemas, que alcanzaron el poder de distinta manera, acabaron por aniquilar la democracia. En nombre del socialismo desecharon el estado de derecho. Gobierna quien tiene el poder y la fuerza de las armas. La democracia no subsiste sin un estado de derecho. Es la tiranía de masas que resulta en un estado déspota.

La “democracia social”, en cambio, comienza a fermentarse en Estados Unidos durante las gestiones del presidente F. Roosevelt; inspirado por la teoría económica de John Maynard Keynes. Su nombre original es ‘Capitalismo de Bienestar’. Aunque en forma imperfecta, otros países han emulado el sistema o bien han evolucionado, en movimientos pendulares, bajo ese influjo. Digamos los países nórdicos, Canadá, México y la Unión Europea. A ratos algunos países latinoamericanos -incluyendo a Honduras-han intentado imitarlo. Se trata de permitir cierta interferencia del estado en un mercado, sin eliminar la propiedad privada o sin tomar todos los medios de producción. El populismo suele utilizar el término socialismo democrático en vez de democracia social, para confundir y engañar al pueblo.