En las instalaciones del Proyecto Victoria se les ha cortado el agua, ya que tiene una deuda de 340 mil lempiras con la empresa Aguas de San Pedro por un servicio de tres años.
Al no tener un servicio de agua potable para solventar el aseo de las instalaciones y de los 30 internos, más el personal administrativo, el Proyecto Victoria mediante un comunicado ha dicho que cerrará temporalmente el centro.
Los pacientes que están internos en el centro serán trasladados hasta Tegucigalpa y se suspenderá la atención permanente en la ciudad industrial, hasta que se pueda solucionar el problema.
En este centro solo se atenderá para realizar ingresos y casos ambulatorios, esto de manera temporal.
“Denunciamos a la opinión pública nacional e internacional la violación que a los derechos internacionales comete ´Aguas de San Pedro´, y la forma abusiva en que una empresa privada maneja este servicio”.
“El centro de rehabilitación no podrá seguir funcionando, porque no podemos atender las necesidades básicas de los pacientes. Es por ello que nos veremos en la necesidad temporal de tramitar el traslado de todos los pacientes a Tegucigalpa la próxima semana y suspender temporalmente la atención”, puntualiza el comunicado suscrito por el reverendo Mario Fumero, fundador del Proyecto Victoria.
César Murillo, uno de los líderes del proyecto en San Pedro Sula, hizo un llamado para que los empresarios les apoyen y así no tener que cerrar las instalaciones que por más de 40 años han estado en servicio.
“Actualmente hay 30 personas que están con las maletas hechas para trasladarse a Tegucigalpa, debido a la crisis del agua”, puntualizó Murillo.
Pero el llamado a esta desesperante situación fue atendido por el Presidente de la República Juan Orlando Hernández.
La deuda fue cancelada por el gobierno así lo confirmó la ministra asesora de Estrategias y Comunicaciones, María Andrea Matamoros, se espera que en las próximas horas se restablezca el servicio en el centro.
Ya que este servicio solo es gratuito para el Cuerpo de Bomberos aseguró el gerente de Aguas de San Pedro, Mauricio Chiovelli.
Quien fue claro al exigir el pago de la deuda ya que alguien debía pagar la factura porque ellos no condonarían la deuda.