La fiebre aftosa es una enfermedad vírica, altamente contagiosa y con gran potencial para causar graves pérdidas económicas. Afecta a los animales ungulados de pezuña hendida. Es la primera enfermedad incluida en la lista de la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, para la cual la Organización ha establecido el reconocimiento oficial de países y de zonas libres. Actualmente, en el continente americano, la fiebre aftosa solo está presente en Suramérica. En Honduras nunca se ha detectado la enfermedad.
La fiebre aftosa, ataca a todos los animales de pezuña hendida o partida, entre ellos: bovinos, caprinos, ovinos, porcinos, y en la fauna silvestre a los venados y saínos. Las medidas de la estrategia global de lucha contra la fiebre aftosa son en primer lugar los sistemas de detección y alerta temprana y el establecimiento de medidas y mecanismos de prevención y de respuesta rápida, lo que posibilita el seguimiento y control de la aparición, prevalencia y caracterización de los virus de fiebre aftosa.
La protección de los países o zonas libres de fiebre aftosa se refuerza con medidas estrictas de control del movimiento de los animales sensibles en las fronteras y de vigilancia sobre las importaciones.
En los países o zonas infectadas, es esencial que los propietarios y productores ganaderos mantengan sólidas prácticas de bioseguridad para prevenir la introducción o propagación del virus. Las medidas recomendadas en las explotaciones incluyen:
- Control del acceso de las personas y equipos al ganado;
- Control de la introducción de nuevos animales en la cabaña existente
- Mantenimiento sanitario de los corrales, edificios, vehículos y equipos
- Monitorización y seguimiento de la enfermedad
- Eliminación adecuada del estiércol y de los cadáveres
Síntomas

Los primeros síntomas son: fiebre alta para el animal y la pérdida de apetito, seguido de llagas en la boca, encías o lengua y principalmente en las ubres. El animal comienza a babear mucho, contaminando todo el medio ambiente y a tener gran dificultad para alimentarse y desplazarse. La producción de leche, crecimiento y engorde están en desventaja. La intensidad de la enfermedad es variable, pero se sabe que llega afectar más animales jóvenes, especialmente los que se están amamantando. La mortalidad por la fiebre aftosa ocurre con mayor frecuencia en los animales más jóvenes.
¿Qué hacer ante la fiebre aftosa?
- Sacrificio de todos los animales infectados, recuperados y en contacto con los focos de la enfermedad y que son sensibles a la fiebre aftosa
- Eliminación adecuada de las canales y de todos los productos animales
- Vigilancia y rastreo del ganado eventualmente infectado o expuesto
- Cuarentena estricta y controles del movimiento del ganado, equipos, vehículos y
- Desinfección completa de los locales y de todo el material infectado (implementos, coches, prendas de vestir, etc.). En las zonas endémicas, la eliminación selectiva podrá complementarse con la vacunación del ganado susceptible. Las vacunas usadas deben proteger contra la cepa particular del virus prevalente en la zona.
Estatus sanitario

La OIE ha establecido una lista oficial de países y zonas libres. La OIE ha definido un procedimiento sobre bases científicas, transparente e imparcial, para el reconocimiento del estatus sanitario de los países y territorios miembros respecto a la fiebre aftosa en su integridad o en zonas determinadas.
Prevención
Honduras implementa medidas preventivas por fiebre aftosa en Colombia. Las autoridades hondureñas han comunicado sobre la prohibición y el riego de importar animales vivos, productos y subproductos de origen bovino de ese país sudamericano.
Fuente: Organización Mundial de Sanidad Animal OIE/ Senasa Honduras.
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