Sin retroceso

Los que tomamos la decisión de decirles la verdad a la dirigencia del Partido Nacional, no podemos echarnos atrás, la caballería del oficialismo arremete contra nosotros, levantando calumnias que no encuentran asideros ni credibilidad entre la sociedad hondureña, peor en la local porque aquí todos nos conocemos, igual no nos expondríamos a ser refutados terriblemente y ser exhibidos, en Choluteca los ladrones de la administración usan a jóvenes para ofender, olvidándose que tenemos setenta años de vivir en esta comunidad y somos triunfadores en nuestra sociedad, fruto del trabajo honrado, jamás he sido ni empleado ni funcionario público, que son los que manejan presupuestos, fui diputado eso sí, como congresista jamás manejamos fondos del Congreso ni del Ejecutivo, sumado a esto que jamás solicité ayuda ni al Congreso del ingeniero Flores ni al de don Rafael Pineda Ponce, en doce años nunca viajé a ningún lado ni con mi dinero, peor con el del pueblo, todo esto puede ser investigado en los archivos del Congreso Nacional y autorizo desde esta Tribuna del Pueblo al señor Oliva, para que lo haga público y lo maneje de la forma en que le dé la santa gana; de mis hijos ninguno ha trabajado en el Estado, no porque no lo necesite sino porque al ser hijos míos se les niega toda oportunidad, contrario al de los funcionarios. Pero prosigamos, en el gobierno del señor Maduro, igual me mantuvieron fuera porque no someto mi independencia ni vendo a los intereses del poder infecundo, sintiéndome orgulloso de la labor que realizo en esta efeméride, que estamos librando al final de nuestra vida física la vieja guardia, digna de mejor suerte.

En el gobierno de Maduro uno de los mejores gobiernos, los diputados cancelamos a solicitud del presidente las dispensas en la compra de autos, uno y dos después, de cada diputado, 128 propietarios con su suplente, como valor agregado se renunció a la inmunidad que gozábamos, y la entrega de placas que representaba la impunidad de las mismas y el abuso de muchos de los mal llamados “padres de la patria”, nada que ver este gobierno parlamentario donde campean los uñudos del erario nacional ante la complacencia de los entes reguladores del Estado, quiero dejar clara esta situación por los análisis de las personas que piensan que mi molestia es estrictamente económica. Me hubiese gustado haber participado en la administración del Estado, fui educado estricto por un hombre honrado que solo pasó hasta el tercer grado de primaria pero me obligó bajo castigos, a los que me hacía merecedor por cometer actos como apropiarme de lo que no era mío (si quiera algo pídamelo que si tengo se lo doy sino aguántese cabroncito), así fue mi educación y así he criado a mis hijos, sumando el amor y respeto inculcados por su madre que en este pedazo de tierra todos nos conocemos, no tendría valor de estar criticando algo de lo cual no pueda hacer. Hago un llamado a todos los adultos mayores para que nos unamos y salvemos al partido de la debacle que se le viene encima, tenemos que organizarnos los dirigentes que se han apartado por cualquier motivo, los indiferentes y los que por ser mayores de 50 años, que no permiten competir con estos jóvenes con tachas y con nombres, todos los invitados somos personas solventes, cada quien se paga los gastos e igual lo haremos cuando sea necesaria la movilización, mi dinero lo gané trabajando y estoy jubilado de mis negocios que lo manejan mis hijos, del cual vivimos muy holgados desde hace muchas lunas, en mi familia se nos viene el refrán que ahorramos para nuestra vejez, no será ninguna Maccih la que vendrá a asegurarme mis bienes que durante 50 años luchamos de 6 a 6, de lunes a sábado, cuando era fiesta también los domingos, ¿con toda esta historia piensan estos ladrones hacer creer que me correrán con el ruido de los caites? Mejor no me piquen que tengo miles de historias de muchos acabados de ayer que ahora y hasta que la Maccih lo quiera, grandes millonarios, llegamos al punto en que ya no hay retroceso.

“Machete estate en tu vaina”.

Arrivederci… buona será!
Toño Flores
Choluteca, Choluteca