El primer grupo de 50 migrantes centroamericanos se entregó a las autoridades de migración estadounidenses para solicitar asilo humanitario en la Unión Americana, en donde, dijeron, sus vidas estarían salvo de las amenazas de muerte por parte de los grupos criminales.
Con el grito de “somos la esperanza de América Latina” el contingente de casi 380 personas de El Salvador, Guatemala y Honduras inició su peregrinación cerca del reloj monumental de la Revolución hasta llegar a El Chaparral.
SOLO MEDIO CENTENAR
Cuando llegaron a El Chaparral, los nervios y los llantos de las madres comenzaron a brotar, pues les informaron que de las 380 personas que cruzarían a Estados Unidos, solo 50 estaban autorizadas. Por ello, los abogados de migración de las asociaciones civiles “sortearon” estos lugares, en los cuales dieron prioridad a las mujeres con bebés, niños y jóvenes.
“El proceso dura alrededor de tres semanas. Ellos quedarán en un centro de detención por varios meses, un año o un año y medio. Durante este lapso tienen que aprobar la ‘entrevista del miedo’”, explicó Nicole Ramos, abogada de la organización Del Otro Lado.
Sobre la posibilidad de que sean aprobados los asilos humanitarios dijo que de la caravana migrante del año pasado se lograron 4 de 200 y algunos de ellos continúan en proceso. Asimismo, dijo que Del Otro Lado demandó al Gobierno de Estados Unidos ante la Corte Federal en San Diego por rechazar las solicitudes de asilo.
El resto de los migrantes continuará en Tijuana recibiendo apoyo en los albergues como el del Movimiento Juventud 2000, Cáritas, Viña de Tijuana, entre otros.