Café Seis Valles, cultivado con las manos y el corazón

  • Ubicada en la comunidad de Inshuma, la finca se ha convertido en un aula de clases para nacionales y extranjeros interesados en conocer el proceso de producción del grano aromático.

Degustar una taza de café es una costumbre que se disfruta en cada rincón del país, porque el grano es cosechado por pequeños productores en varias zonas de Honduras, con los más altos estándares de calidad, lo que posiciona al país como el “gigante” de Centroamérica en la producción del mejor café.

La Finca Seis Valles, ubicada en la comunidad de Inshuma, Santa Rosa de Copán, se ha convertido en un aula de clases para recibir a visitantes, nacionales y extranjeros, interesados en conocer el proceso de producción.

Luis Orlando Valle, productor con más de 30 años de experiencia, considera que un buen café se logra implementado un protocolo en siembra, corte, tostado y preparación.

El Café Seis Valles es uno de los más cotizados en el mercado de este rubro, por su exquisito sabor y aroma.

“Se han hecho estudios científicos por los rangos de altura y calidad de una taza de café es de 1,000 metros sobre el nivel de mar hasta 1,500, mas con el cambio climático nos está diciendo que los climas extremos no son los mejores para cultivar café. Eso quiere decir que debajo de 800 va ver problema y arriba de 1,500”, detalló el caficultor.

Añadió que otro análisis realizado hace cinco años reveló que un café producido en una altura de 1,000 a 1,500 metros tiene la misma calidad de acidez.

LA RECETA IDEAL

A criterio del caficultor, la técnica ideal para producir un café es asegurarse que la planta reciba los nutrientes necesarios, incluso, es más importante que la altura.

Muchos turistas visitan la finca del café Seis Valles para conocer cómo se cultiva el “grano de oro”.

“De nada sirve tener una excelente altura, sino se cuida la plantación. Hay una serie de factores que influyen para una taza de café, pero lo más importante es cultivarlo con pasión, persistencia y valor, es decir, hay que cultivar el café con las manos, la mente y el corazón, eso garantiza una buena taza de café”, recomendó.

Además, apuntó que “es bueno que a nivel de campo tengan personal, como quien lo capta, el que lo prepara a nivel de taza, en las caferías de aquí, en occidente de Honduras, tienen un barista y un catador”.

En América Latina, el café es uno de los productos más apreciados de la región, pero podría convertirse en una víctima del cambio climático.

Una buena taza de café depende tanto de su preparación como de la cosecha del grano, según dice el productor Luis Orlando Valle.

El fundador de la finca, José Orlando Valle, advirtió que, “el cambio climático vino para quedarse, en consecuencia, debemos de redefinir nuestra estrategia de producción para adaptarnos y mitigar los devastadores efectos”.

Por tal razón, el productor dijo que para hacerle frente a estas severas consecuencias decidió reforestar su finca con otras plantaciones de árboles como plátano, banano, aguacate, naranjas y plantaciones medicinales.

DATOS

La Finca Seis Valles fue fundada por el pequeño productor José Orlando Valle, y recibe ese nombre porque está integrada por seis miembros de su familia: su esposa, sus 4 hijos y él. En este pequeño negocio busca revivir el “café de palo” de antaño, que se corta “madurito”, se tuesta en comales de barro y se filtra en un colador de manta, al estilo “catracho”.

PRODUCCIÓN
ES COSECHADO POR LENCAS

La mayoría de productores del occidente del país cultivan el café a 1,000 y 1,500 metros de altura.

El tradicional café de la Finca Seis Valles es sembrado por obreros lencas, que vienen durante la temporada de cosecha, desde que inicia en el mes de noviembre y termina en febrero.

“Ellos se vienen a vivir acá, los hijos, los padres, los tíos y abuelitas se vienen, ¡hasta los perros traen y también hasta gallinas! y ahí los conservan, es su cultura, y no podemos entorpecerles esa forma de vida a ellos. Cuando termina la cosecha, los vamos a dejar a sus aldeas, es allá, por Belén Gualcho”, comentó.

HISTORIA
¿CÓMO SE DESCUBRIÓ EL CAFÉ?

Un árbol de café da una cosecha para la preparación de unas 20 tazas de café.

Sobre el origen del café, la historia documenta que los ancestros etíopes fueron los primeros en descubrir y reconocer el efecto energizante de los granos de la planta del café, sin embargo, no se ha hallado evidencia directa que indique en qué parte de África crecía o qué nativos lo habrían usado como un estimulante o incluso conocieran su existencia antes del siglo XV.

El productor Luis Orlando Valle relató que “un pastor andaba cuidando sus cabritas en unos potreros, en los años 600, 700, después de Cristo, hace muchos años, y él después se acostó abajo de un árbol para hacer la siesta y la cabritas se metieron a un bosque y al rato salieron brincando como locas y él se asustó, entonces dijo: ¿qué habrá pasado?”.

El fundador de la finca, José Orlando Valle, advirtió que, “el cambio climático vino para quedarse, en consecuencia, debemos de redefinir nuestra estrategia de producción”.

Valle continuó narrando que, sorprendido por el alboroto, el campesino decidió ingresar al bosque y vio que sus ovejas habían comido unas hojas verdes y frutos rojos.

Posteriormente, le comentó lo sucedido a un monje y comenzaron a cortar los granos verdes y maduros, descubriendo que tenían un agradable aroma.

En el caso la zona occidental del país, según relata Valle, la semilla de café comenzó a sembrarse entre el año 1830 y 1850, a nivel de huertos familiares.

Por: María Elena Ferrufino
Fotos: Edwin Zaldaña

Los turistas disfrutan de un recorrido por la Finca Seis Valles, de aproximadamente una hora.