El fuego, la lluvia y el martillo del locutor

Por PG. Nieto
Asesor y profesor CISI

Abraham Maslow utiliza un concepto en su libro “La Psicología de la Ciencia” que postula así: “Si solo tienes un martillo todo lo que verás en la vida te parecerán clavos”. Vivimos en una sociedad que está perdiendo su fe en la democracia por culpa de una clase política mediocre, oportunista y chabacana que utiliza el meme “ayudar al pueblo” como neolenguaje para beneficio personal y de grupo.

Las relaciones humanas se enmarcan en tres conductas: colaboración, confrontación e indiferencia. Las sociedades se desarrollan en el modo colaboración. Dar y recibir, aprender y transmitir, coadyuvar. La segunda sería el modo indiferencia. Aquí se encuentran los desafectados de Honduras, de la sociedad, de los valores… Se aprovechan de las personas destruyendo los entornos. Son depredadores de la convivencia y caníbales de la democracia. Quedan los confrontativos como el locutor, que siempre tienen la razón y todo lo que hacen está justificado. No escuchan a nadie porque nadie tiene nada que enseñarles. Mientras los colaboradores llenan sus casas de ventanas para relacionarse, ellos la saturan de espejos donde contemplarse. Nasralla tiene una marcada patología que debe preocuparnos porque quiere formar un partido político.

Este locutor, dummy en política, nos recuerda constantemente que es ingeniero. El problema es que se gana la vida como locutor y presentador, y desconocemos dónde adquirió la formación y capacitación para este trabajo porque no es periodista. Muge (ruido del viento) acusando a JOH de haberle robado el PAC, pero los documentos muestran otra cosa, incluso líderes de Libre y exPac han comentado que fue el responsable de su propia defenestración. Miente cada vez que respira. Dice que su ideario político es la anticorrupción, no asimila que se trata de una norma de conducta convergente con cualquier doctrina. Arrogándose anticorrupto, no le importó asociarse a una Alianza (fallida) plagada de corruptos, porque el fin que pretendía justificaba los medios espurios empleados. Eso es una forma de corrupción, se llama disonancia cognitiva. Nasralla es corrupto.
Dos ejemplos para alumbrar la “Ley del martillo”, de Maslow, que padece el locutor por culpa de su patología mental llamada “juanorlanditis”. Observemos su razonamiento y descubriremos el tamaño de su martillo: 26.08.18. “Hoy cinco bomberos murieron sofocando un incendio sin instrumentos ni indumentaria adecuada, porque la prioridad del usurpador JOH es comprar armas, aviones de guerra, y gases lacrimógenos… para reprimir al pueblo”.

27.0818. “Cuando te gobiernan ladrones que gastan su tiempo en la Presidencia de la República, en el Congreso Nacional y en el Poder Judicial, robando y legislando para robar, pasa lo de hoy, se inunda el país, se va la energía y se paraliza todo por una simple lluvia”.

Busca cualquier problema o desgracia nacional, incidente o accidente, para responsabilizar a JOH. Manipula el sufrimiento de las víctimas señalando ¡al responsable de los incendios y las inundaciones! Esto es miserable, perverso, mezquino, inmoral y también corrupto, porque corrompe la verdad. Este político tarugo no sabe diferenciar los conceptos “culpa” y “responsabilidad”; “causa, correlación y efecto”.

La muerte de los bomberos es una desgracia nacional y el gobierno, que nos representa a todos, debe apoyar a esas familias en lo humanamente posible. El zoquete ignora que las autoridades implicadas en la “seguridad nacional” trabajan en tres frentes: prevención 70%, disuasión 25% y neutralización 5%. Por mucho que se invierta en prevención nunca es suficiente cuando se analiza un incidente “post morten” (después de ocurrido).

Mejor hubiera anunciado la apertura de una cuenta bancaria para apoyar a las víctimas, depositando un donativo a título personal para dar ejemplo.

El segundo comentario confirma su “vasta” formación meteorológica. En una ocasión hizo responsable al Presidente de que un viernes diluviara sobre su marcha-protesta por Tegucigalpa. Dijo que JOH había ordenado “inyectar” las nubes para espantar a los manifestantes. Entre un idiota y un tonto prefiero al tonto porque no tiene malicia. El político cenutrio desconocía que las nubes, por no ser un cuerpo ni tampoco un organismo, no se pueden inyectar.

Recordamos la frecuencia con que se inundaban colonias, mercados…, y se producían deslaves en Tegucigalpa, antes de la llegada de Nasry Asfura a la Alcaldía. La ciudad está experimentado un cambio significativo que la oposición intenta minimizar. Observemos la malicia del comentario: “…una simple lluvia”. El adoquín no sabe que “simple” significa: “formado por un solo elemento, sin características especiales”. La lluvia estuvo acompañada de viento y granizo, luego no fue simple. Su “juanorlanditis” aguda le impide entender que los dos factores fundamentales que provocan estas desgracias, son: “duración” e “intensidad”. Cuando se suman ambos no existe infraestructura, de cualquier ciudad del mundo, que no salga afectada.

Este político tarugo y su martillo, que ya no tendrá al “clavo JOH” para martillear en las próximas elecciones, ¿a quién responsabilizará después por su enésimo fracaso electoral?