En la mira de Trump

Por Denia León

Los principales medios de comunicación, tanto dentro como fuera del país, han estado a la expectativa de lo que decidiría el presidente norteamericano Donald Trump sobre la cancelación del TPS a Honduras, El Salvador, Nicaragua y Haití, entre otros.

Como era de esperarse, el gobierno norteamericano finalmente ha emitido una resolución en la que aplica casi por igual la misma medida a todos los países involucrados, afirmando con justa razón que “las circunstancias” que provocaron la designación del TPS originadas a raíz de la “devastación del huracán Mitch”, “ya no están presentes y, por tanto, debe expirar ese permiso”.

Pese a ello, a los hondureños se les ha extendido el permiso para permanecer en Estados Unidos hasta el 5 de enero del 2020, mientras que a los salvadoreños se les permitirá estar en suelo norteamericano hasta septiembre del 2019. En cambio los haitianos tendrán que abandonar EEUU en julio del 2019, y los menos favorecidos son los nicaragüenses, cuyo permiso tiene un plazo perentorio de apenas 8 meses que vencerá a inicios de enero del próximo año, donde tendrán que abandonar la tierra del “Tío Sam” si las circunstancias en Nicaragua no varían en el gobierno de los esposos Ortega.

Sobre la cancelación del TPS, han surgido en los medios de comunicación todo tipo de especulaciones, en el caso específico de Honduras, corren rumores que se les cancelaba el TPS por corrupción, pero la realidad es, que esta decisión del gobierno de Trump obedece a toda una estrategia de política exterior que tiene una relación directa con sus promesas de campaña.

De igual forma, se supone que ese plazo de apenas 8 meses, que se le ha dado a Nicaragua tiene que ver con la presión que ejerce el gobierno de Trump para que Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo abandonen el poder.

Pero en un año o incluso 8 meses pueden ocurrir muchas cosas en política exterior, así que cuando a los hondureños les toque regresar, lo más probable es que Trump haya cambiado su discurso con respecto a la inmigración porque estará a las puertas de un nuevo proceso electoral en su país.
En resumen, todo este show mediático que ha desatado Trump con respecto al TPS, pudiera llegar a su fin si continúa con sus aspiraciones reeleccionistas, sin embargo, eso no quiere decir que los denominados “tepesianos” podrán dormir tranquilos en sus casas, pues lo más probable es que sufran persecuciones y se vean obligados a abandonar el país antes que concluya la moratoria que les ha dado el gobernante norteamericano.

Honduras aunque pudiera estar en la mira de Trump por la crisis política que aún se hace sentir en el país, la realidad es que no constituye por el momento su objetivo principal, por el contrario, mantiene relaciones cordiales con el gobierno nacionalista, así que lo más seguro es, que se prorrogará la deportación de los hondureños amparados en el famoso TPS hasta donde le sea posible o le convenga políticamente al mandatario norteamericano, sin embargo, eso no quiere decir, que no tendrá a este gobierno bajo la lupa en asuntos de deportaciones, narcotráfico y corrupción.