Amenazan con formar otro partido político

Por Armando Cerrato

Frustrado al no poder dominar la Alianza Opositora contra la Dictadura (LIBRE, PINU, Nasralla) de la cual fue candidato en el proceso electoral recién pasado, Salvador Nasralla amenaza hoy con formar un nuevo partido político.

Según sus allegados solo falta definir el nombre de la institución política, sus emblemas y logotipos y la estructura básica del mismo condicionando también su aparición en la palestra política nacional a profundos cambios en la Ley Electoral que se dispone a reformar el Congreso Nacional.

La Alianza Opositora contra la Dictadura solo fue, a criterio de Nasralla, con miras a la consecución de la Presidencia de la República, cosa que no se logró debido –según él– a un espectacular fraude en que se le robó la Presidencia de la República por segunda vez pues ya lo había intentado 4 años atrás por si solo con el Partido Anticorrupción que él fundó y que le fue arrebatado en elecciones internas por la diputada Marlen Alvarenga a la que acusa de ser agente del Partido Nacional en el poder.

La nueva “nasrallada” política al parecer busca no solo la aparición del somnoliento ego despertado en este hombre de origen libanés, sino también la satisfacción económica que significa la deuda política que por ley se eroguen 39 lempiras por voto conseguido en las urnas en las elecciones generales.
Así la Alianza Opositora nacional obtuvo, según cálculos extraoficiales, cerca de 65 millones de lempiras en concepto de deuda política al sacar cerca de millón y medio de votos en las elecciones generales, cantidades que no se sabe si el coordinador de la Alianza Opositora nacional, José Manuel Zelaya Rosales, repartirá equitativamente con sus aliados PINU – Nasralla o por el contrario, y siendo su partido LIBRE mayoritario y con las estructuras de base necesarias en todo el país, el que goce en exclusiva de ese beneficio económico dictado por la ley.

Parte del retiro de Nasralla de la Alianza Opositora para formar otro partido se debe más que a la búsqueda de un nicho para que sus seguidores puedan gozar de las mieles del poder ya como diputados o alcaldes municipales en caso de ganar él un proceso electoral, se debe, a la búsqueda del poder económico aprovechando las bondades que en ese sentido otorga la Ley Electoral que podría sufrir importantes reformas pues existe la voluntad política necesaria para reformar.

Fiel a su sed prevalente de decir, hacer y tomar decisiones diferentes cada vez que actúa, Nasralla veletea de nuevo en dirección a la mesa de diálogo con la intervención de las Naciones Unidas, diálogo al que se opone cerradamente la Alianza-LIBRE-PINU.

Según Nasralla y sus nuevos asesores políticos el diálogo debe ser vinculante en materia de derechos humanos y busca que se castigue con todo el rigor de la ley a quienes tras una investigación exhaustiva resulten culpables de la muerte de unos 30 ciudadanos que participaban en tomas callejeras de protesta y la puesta en libertad de varios detenidos infraganti por actos de vandalismo político en las mismas protestas.

También cree que con el diálogo que dice debe salir de las faldas del Congreso Nacional hasta donde muy hábilmente fue llevado para darle carácter vinculante y llegar hasta una consulta popular que determine la legitimidad o no del gobierno que ejerce el reelecto Juan Orlando Hernández Alvarado.

Esta “nasrallada” política pone de manifiesto la ambición y ansias de poder de un hombre que lo que menos quiere es a Honduras y su sistema de gobierno basado en el respeto a la libre empresa de la cual Nasralla obtiene su modus vivendi y muy cínicamente se desprende de la lucha callejera a la que no ha renunciado la Alianza-LIBRE-PINU que insiste en la creación de 10 mil comandos de insurrecciones que piensa mantener hábiles de lo que resta del gobierno nacionalista según lo ha pregonado su coordinado José Manuel Zelaya Rosales.

Licenciado en Periodismo