Maduro promete derrotar las sanciones de Trump

CARACAS (AFP). El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prometió derrotar las sanciones de Estados Unidos y corregir el rumbo económico del país, hundido en una grave crisis, al jurar el jueves como mandatario reelecto para un segundo período que comenzará en enero de 2019.

Maduro, con la banda presidencial, juró ante la oficialista Asamblea Constituyente tras ganar los comicios del pasado domingo, boicoteados por la oposición y desconocidos por parte de la comunidad internacional.

«Hace falta una rectificación profunda, hay que hacer las cosas de nuevo y mejor. No estamos haciendo las cosas bien y tenemos que cambiar este país», reconoció Maduro en su discurso ante la cúpula militar y de gobierno.

El mandatario socialista, de 55 años, admitió además que las sanciones impuestas por Washington tras su reelección traerán más dificultades al país petrolero, pues impiden conseguir recursos y «hacer las importaciones necesarias».

«No puedo engañar a nadie, nos van a crear graves dificultades, dolorosas dificultades, que vamos a enfrentar paulatinamente, las vamos a derrotar. Las sanciones de Trump serán anuladas y derrotadas», aseveró.

«Este año tenemos que aumentar el millón de barriles. Si hay que pedir apoyo a la OPEP (…), a Rusia, a China, a los países árabes, pidámoslo», clamó.
Todos los cargos de elección popular deben juramentarse ante la Constituyente, pero su presidenta, Delcy Rodríguez, quien le tomó juramento, leyó el decreto según el cual, además de este acto, se realizará la investidura el 10 de enero.

«Adelanta la juramentación porque no quiere dejar el vacío de aquí a enero. Necesita darse legitimidad en el proceso, aunque sea la legitimidad chavista», declaró a la AFP el analista Luis Vicente León.

Con una abstención récord de 54%, Maduro se impuso con 68% de los votos contra 21% del exchavista Henri Falcón, quien se postuló a contravía de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y luego desconoció los resultados.

Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima (Canadá y 13 países de América Latina y el Caribe) rechazaron la elección por considerar que no fue libre, representativa ni transparente.