“La creación de la Fuerza Antimaras no es más que la consolidación estratégica de esfuerzos al más alto nivel por combatir este flagelo de una vez por todas», declaró ayer el titular de la Secretaría de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco.
La Encargada de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, Heide Fulton, declaró el miércoles pasado en Santa Fe, Ocotepeque, durante una brigada médica, que el gobierno de su país mantendrá el apoyo a la lucha contra las pandillas y las maras en los países de Centroamérica, porque afectan la productividad y desarrollo de estas naciones.
Al respecto, el ministro de Seguridad indicó que, «ya son varias décadas desde que estos grupos criminales se organizaron en el sur de Estados Unidos, los cuales posteriormente migraron hacia Centroamérica y hoy en día es una problemática que afecta a casi la mitad del continente americano».
El funcionario señaló que, «este no es un problema endémico solo de Honduras, por lo que queremos crear las condiciones para que el hondureño no abandone su país».
Así, apuntó que la violencia es uno de los principales factores para que jóvenes y adultos migren de sus países. «Hemos trabajado fuertemente y los resultados se han visto y esta nueva Fuerza Antimaras vendrá a repotenciar estas acciones”, consideró.
Agregó que, «nadie puede decir que Honduras está de brazos caídos en este tema de la migración y las pandillas, los esfuerzos son enormes».
Pacheco Tinoco indicó que la Secretaría de Seguridad viene ejecutando un plan para la convivencia, el desarrollo de la comunidad y la seguridad ciudadana en diferentes comunidades con la finalidad de evitar la migración, mediante oportunidades de desarrollo.
Aseveró que el tema de seguridad no solo es exclusivo de la Policía Nacional, sino también de cada ciudadano que habita el país, mediante la denuncia y la información sobre hechos delictivos.
De esta forma, apuntó que todos los esfuerzos por recuperar la paz y tranquilidad de Honduras deben ser apoyados no solo con el respaldo a los entes de seguridad, sino también jugando el papel que a cada uno le toca.