Por: Carlos Arturo Matute
Hola mis queridos lectores. Ayer fue Día del Periodista hondureño. Felicitaciones a todos los galardonados con los distintos premios que se otorgan en esta oportunidad.
Precisamente, hoy, un caso que mucho tuvo que ver la labor de dos periodistas de un influyente medio de comunicación en Estados Unidos que hizo caer a un presidente que buscó la reelección. Richard Nixon.
Para muchos, aquí comenzó la era del llamado Periodismo de Investigación.
¿QUÉ FUE EL “WATERGATE”?
Un 17 de junio de 1972 estalló el escándalo político Watergate. Uno de los casos más resonantes de los Estados Unidos que fue noticia en todo el mundo.
El edificio Watergate era la sede donde funcionaba el Partido Demócrata. En la madrugada de ese día, cinco hombres fueron detenidos mientras trataban de instalar equipos electrónicos de espionaje.
Las grabaciones de las conversaciones que tuvieron lugar en la oficina del presidente desde principios de 1971, de cuya existencia informó el testigo Alexander P. Butterfield, se convirtieron en una de las claves principales del escándalo.
Eran tiempos de campaña electoral y entre los detenidos se encontraba el jefe del servicio de seguridad del comité de reelección del entonces presidente Richard Nixon.
Cuando el caso parecía entrar en el olvido, Bob Woodward y Carl Bernstein, dos periodistas del diario The Washington Post, uno de los más influyentes de ese país, revelaron detalles del asunto y acusaron al presidente de tratar de congelar las investigaciones.
Los periodistas fueron «guiados» por un misterioso personaje al que bautizaron como «garganta profunda”. Este llevó a los reporteros a descubrir el caso de espionaje en el que estaban implicadas las más altas instancias del Estado.
HITO PERIODÍSTICO
Fue un hito en la investigación periodística. Por muchos años todos se preguntaban: ¿Quién fue “garganta profunda”?. 33 años después de los hechos, el exdirectivo del FBI Mark Felt, confesó que él fue «garganta profunda».
Ante la evidencia de espionaje, se formó una comisión investigadora. Casi todos los colaboradores de Nixon renunciaron a sus cargos, envueltos en una red de sospechas. A partir de entonces, y durante dos años, fueron surgiendo cada vez más elementos que comprometían la actuación de Nixon.
Aunque al principio se defendió negando tener conocimiento del hecho, finalmente admitió las acusaciones. Nixon y su vicepresidente Spiro Agnew fueron reelegidos, pero el escándalo no cesó.
El derrumbe definitivo se precipitó luego de divulgarse una cinta (otras ya habían sido entregadas por la Casa Blanca) que contenía una conversación entre Nixon y Henry Haldeman, su jefe de gabinete. La cinta vinculaba al presidente con el encubrimiento del caso Watergate y mostraba sus esfuerzos para restringir la investigación del FBI utilizando a la CIA.
El 24 de julio de 1974 la Corte Suprema de EE UU acusó al presidente de «obstruir las investigaciones judiciales», «abuso de poder» y «ultraje al Congreso”. Asimismo de haber utilizado a la CIA y el FBI con fines políticos. Presionado por el escándalo, Nixon renunció el 8 de agosto de 1974 a su cargo de presidente.
Abandonó la Casa Blanca en helicóptero y dijo: «Nos vamos con grandes esperanzas… y también con gran humildad».
IMAGEN ICÓNICA
La imagen final quedó grabada en la memoria colectiva. Se volvió un ícono el saludo desde la escalerilla del helicóptero. Richard Nixon se alejaba de la Casa Blanca tras haberse convertido en el único presidente de los Estados Unidos que debió renunciar a su cargo.
Habían pasado 16 meses del estallido del caso Watergate. El proceso judicial y la investigación periodística -especialmente del diario The Washington Post- que desnudaron la incursión con fines de realizar espionaje en las oficinas del Partido Demócrata, en Washington y sus conexiones con las altas esferas del poder.
Nixon dimitió cuando la Cámara baja se aprestaba a votar en favor del impeachment, con los votos republicanos, por obstrucción de la justicia, mal desempeño de sus poderes y desprecio de la función legislativa. Era culpable para dos tercios del Senado. Es decir, un callejón sin salida.
De eso se cumplirán 44 años. Así, quedó también grabado en la historia, la función profesional de la prensa.
“WATERGATE”, UN NEGOCIO
La noticia recorrió todo el mundo. Aunque no con la inmediatez de ahora con la Internet. En casi todas partes se instalaron bares y discotecas con ese nombre.
Honduras, no fue la excepción. En todo este tiempo de la época setentera aquí en la capital se instaló una “disco”: “Watergate”. Te traemos la gráfica del recuerdo de este negocio que se ubicó cerca del Palacio de Los Ministerios (Hoy MIN) y el edificio de Hondutel en el centro.
Con el tiempo, ya pasado el escándalo, cerró. Después aquí operó un night club. “Crazy Horse”.
La industria del cine también se aprovechó del Watergate. “Todos los hombres del presidente” (1976) se llamó una de las cintas que dieron a conocer todo el engranaje en que se desarrolló. Dustin Hoffman y Robert Redford personificaron a Carl Bernstein y Bob Woodward los periodistas del Washington Post que investigaron y destaparon el escándalo.
NIXON INDULTADO
Asumió la presidencia Gerald Ford. Este concedió un «completo y absoluto indulto» de todos los delitos federales que «cometió o pudo haber cometido» durante el tiempo que desempeñó el cargo de presidente de los Estados Unidos.
Y por hoy hasta aquí mis queridos lectores…
FELIZ SABADITO. QUE DIOS NOS CUIDE A TODOS.
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