En pulperías, mercaditos y farmacias, numerosas adolescentes compran la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), como si se tratara de confites, a pesar de que la venta del fármaco se prohibió en el 2012, a través de un decreto del Congreso Nacional.
La PAE, conocida también como la píldora “del día después”, es un “boom” entre las menores de edad que ya iniciaron su vida sexual, quienes de manera irresponsable consumen tres y hasta más pastillas semanales, sin conocer los daños colaterales que le causarán a futuro en su organismo.
En algunos casos, las jóvenes ingieren las pastillas movidas por su ignorancia, al no conocer sobre métodos anticonceptivos, carecer de educación sexual y la falta de comunicación con sus padres.
Su principal compuesto es el Levonogestrel, un químico sintético extraído de la 19-nortesterona y componentes hormonales derivados del estrógeno y progesterona.
SOBREDOSIS DEL FÁRMACO
Para la doctora Isis Romero, la venta ilegal de la PAE debería alarmar a la población, sobre todo a las autoridades de la Secretaría de Salud.
Romero apuntó que, “se estima que la dosis máxima no debería exceder más de dos píldoras por año, y estamos viendo que se está consumiendo dos o tres por semana”.
Advirtió que las mujeres que han iniciado una vida sexual a muy temprana edad no han reparado en los efectos secundarios que este fármaco les producirá en el cuerpo, aparte que no las protege de las enfermedades de transmisión de sexual.
“Se está utilizando como un método anticonceptivo y no lo es. Es un método de emergencia que se utiliza bajo protocolos médicos, es el médico el encargado de decir cuándo se debe tomar”, manifestó Romero.
La píldora únicamente evita la ovulación, sin embargo, también hay riesgos, ya que no es cien por ciento efectiva, pues se debe consumir en las primeras 72 horas, luego de la relación sexual.
La profesional de la medicina detalló que, “el tema del sexo no debería ser un tabú entre padres e hijos, eso se debería impartir en las instituciones educativas, desde los niveles más tempranos de la secundaria”.
El consumo de la PAE ocasiona náuseas, vómitos, dolor de cabeza, dolor en los senos y un descontrol en el período menstrual.
También es conocida como “Plan B”, pierde su efectividad si se toma 72 horas después del acto sexual y se puede ingerir en una o dos dosis.
¿HAY UNA DOBLE MORAL?
Organizaciones feministas ven con “buenos ojos”el consumo de la PAE por parte de mujeres que han sido víctimas de una violación y no quieren tener un hijo de su agresor.
Una de las dirigentes del Comité de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, Merly Eguigure, explicó que “las niñas tienen una vida sexual activa y los únicos que no se dan cuenta son los padres”.
Para Eguigure, el uso descontrolado del fármaco en las menores se debe a la falta de educación sexual, ya que no se les imparte ni en la escuela ni en sus casas.
La ignorancia provoca que menores de edad queden embarazadas y que otro gran porcentaje sea víctima de abuso sexual, al ser engañadas por no conocer del tema, advirtió.
“La doble moral de la sociedad no permite que haya educación sexual en los centros educativos, así las niñas tendrían información para iniciar la vida sexual tarde y para saber cómo evitar un embarazo y no recurrir a estos métodos”, indicó Eguigure.
“Se debería legalizar la venta de la PAE, es un derecho que tenemos las mujeres a decidir sobre nuestra vida y nuestro cuerpo”.
Eguigure advirtió que, de acuerdo a la ley, las relaciones sexuales sostenidas con una menor de edad, con o sin su consentimiento, son consideradas una violación, por lo que “las niñas deben tener información para evitar ser víctimas de abuso sexual”.
“Esta píldora debería estar en el sistema de salud, como parte del protocolo de atención para las mujeres víctimas de violación”, aseguró la dirigente feminista.
“Los estudios indican que los jóvenes que reciben educación sexual formal científica son los que deciden postergar el inicio de una vida sexual y si ya iniciaron sexualmente, aprenden a cuidarse”. (DS)
EN PULPERÍAS Y FARMACIAS
“Chicas” las compran hasta por 85 lempiras
En Tegucigalpa, la píldora “del día después” se puede comprar en algunas pulperías, mercaditos y farmacias, por precios que van desde 85 hasta 130 lempiras.
Los comerciantes la venden sin siquiera preguntar la edad de la compradora ya que solo les interesa agarrar el dinero.
LA TRIBUNA ingresó a una pulpería, en donde una amable vendedora preguntó: ¿Qué quiere? Al decirle: “¿Tienen Plan B”?, la mujer, de manera rápida trajo el fármaco y sin hacer preguntas se limitó a decir el precio.
DOCTORA DEL HEU
Su venta en farmacias es un problema grave
La jefa de la Clínica de Madres Adolescentes del Hospital Escuela Universitario (HEU), Ana Raquel Gómez, dijo que, “la mayoría de nuestras pacientes no han consumido pastillas anticonceptivas antes de salir embarazadas”.
“Pero algunas sí han tomado la píldora de emergencia y a veces lo hacen de manera indiscriminada”, indicó Gómez.
Agregó que la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE) entra al país, de manera ilegal, procedente de Nicaragua, y que quienes la distribuyen son grandes comerciantes que se las ingenian para pasarlas por las aduanas o puntos ciegos en las fronteras.
“El problema más grave es que en las farmacias la venden a libre demanda; actualmente estamos atendiendo de 10 a 12 pacientes diariamente y de estas, 4 ó 5 son pacientes que vienen por primera vez”, reveló Gómez.
DIPUTADA
Urge dar educación sexual a los jóvenes
Sobre la venta de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), la diputada Doris Gutiérrez manifestó que, “creo que lo que más se prohíbe es lo que más se usa; se ha dicho que los jóvenes podían caer en un libertinaje y relaciones sexuales prematuras, todos esos factores hicieron que se prohibiera su venta”.
A criterio de Gutiérrez, si la pastilla se está vendiendo de manera clandestina y no hay una manera de controlarla, “es peligroso que se caiga en una situación de abuso, no hay forma de controlar eso”.
“Necesitamos urgentemente una educación sexual y hay mucha influencia negativa del internet y la música que hace que las niñas entren en una curiosidad por iniciar las relaciones sexuales”, apuntó Gutiérrez.
Agregó que, “existen muchas maneras de protegerse, y en caso de mucha necesidad de un acto sexual, debería ser el hombre quien se proteja, para no afectar el organismo de la mujer”.
“El gobierno está tomando medidas, pero no le dan resultados, se han hecho campañas y cada día salen más niñas embarazadas, entonces la política no está dando resultados, pero también es muy importante la educación en el hogar”, expresó Gutiérrez.