Según autoridades: “Mafias” hacen “pisto” en salas de ortopedia

Una tragedia viven miles de personas con alguna extremidad fracturada y que acuden a las salas de ortopedia del Hospital Escuela Universitario (HEU) y del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS): Si no compran los onerosos insumos quirúrgicos que le exigen los médicos, corren el riesgo de quedar discapacitados.

Al dolor de las fracturas se suma el “trancazo” de comprar materiales ortopédicos como clavos bloqueados, que tienen un costo aproximado de 7,000 lempiras; implantes metálicos que cuestan de 12,000 a 14,000 lempiras; y prótesis de rodillas, que se cotizan entre 45,000 a 51,000 lempiras.

Los pacientes denuncian que los obligan a comprar esos insumos en determinadas casas proveedoras que funcionan en los entornos de los centros asistenciales. Además, señalan que algunos médicos están asociados o son dueños de casas comerciales que distribuyen esos implementos quirúrgicos.

Lamentan también que aunque son personas de escasos recursos económicos, los doctores solo les dan dos opciones: conseguir los insumos a como dé lugar o quedarse discapacitados.

Si el enfermo definitivamente no tiene los medios para adquirir la pieza que le recetan, lo obligan a abandonar el hospital para darle espacio a otro paciente que sí tenga la capacidad para comprar lo que le piden.

Es normal ver a familiares de pacientes salir del hospital afligidos, por no tener dinero para comprar insumos ortopédicos.

VENDIÓ SU MOTOTAXI

Uno de los tantos casos dramáticos es el de Juan, cuyo nombre real se omite, ya que él pidió el anonimato porque actualmente está en tratamiento por una fractura que sufrió en la pierna derecha y teme ser objeto de represalias de los médicos que lo atienden.

“Llegué la semana pasada a la emergencia de ortopedia del Hospital Escuela, porque me caí de una escalera”, comentó.

“Desde que entré, me pidieron que comprara una platina que me costó 12,000 lempiras, porque me dijeron que la iba a necesitar en la cirugía”, denunció Juan.

¿Cómo obtuvo el dinero para comprar ese insumo? El paciente confesó con cierto pesar que se vio obligado a vender la mototaxi con la que se ganaba la vida, para que lo pudieran operar.

Agregó que en Honduras fracturarse las extremidades es un “lujo” que los pobres no se pueden dar.

Esta paciente adquirió láminas ortopédicas a 12,000 lempiras, para que la operaran en el IHSS.

“Algunos tenemos que vender lo que tengamos para no quedar inválidos, pero hay personas que no tienen de dónde sacar dinero y se ponen a llorar”.

“Aquí hay médicos que le dicen a uno, sino comprás esos clavos, te vas a quedar inválido y eso a uno lo pone de correr…”.

“Pero lo que no me gusta es que le dicen a uno que tiene que ser de determinada marca que solo la vende una casa comercial, que al parecer, ellos también son socios o dueños”.

Añadió que “no es la primera vez que me pasa esto de comprar los materiales que me piden, porque hace dos meses traje a mi hijo mayor con una fractura y me dijeron que lo fuera a comprar a esa misma distribuidora, que está al frente del hospital”.

El denunciante dijo que es consciente que el complejo hospitalario ha descuidado la dotación de ese tipo de insumos, pero advirtió que “cuando los médicos le indican a uno dónde debe comprarlo, quiere decir que son parte interesada”.

“Esto es de dominio público y no solo me pasa a mí, usted puede preguntarle a toda esa gente que anda con clavos en los huesos y pregúnteles cuánto les costó, dónde los mandaron a comprar y la gente no denuncia por miedo a que después no los atiendan”.

Estas son las cotizaciones que hizo Martha Rodríguez, para que puedan operar a su madre, María Olivia.

PIDIÓ CRÉDITO BANCARIO

A unos pasos de Juan se encontraba Óscar, un paciente que sufrió una fractura de rodilla. Relató que tuvo que comparar un implante metálico que le costó 14,000 lempiras, porque el médico tratante le dijo que si no lo compraba podría quedar usando muletas toda su vida.

“A mí me dijo el doctor que lo comprara allí, afuera del hospital, y tuve que sacar un préstamo de 15,000 lempiras en el banco, porque si no lo compraba, el doctor me dijo que no me podía operar”, afirmó.

Al consultarle si le indicaron en qué casa comercial tenía que adquirir el aparato, respondió que “sí me dijeron, pero yo se lo compré a esas personas que andan con unos papelitos en las salas de hospitalización, ofreciendo material quirúrgico”.

Esta problemática, sin embargo, no es exclusiva del HEU, pues en el IHSS ocurre lo mismo y los pacientes dicen abiertamente que ciertos ortopedas les piden comprar los aparatos en determinadas distribuidoras, para poder practicarles una cirugía.

Una de las pacientes, quien se identificó como Alicia, manifestó que la atropelló un vehículo y le fracturó la pierna, “pero tuve que comprar esa laminita y me costó 12,500 lempiras, porque el doctor me dijo que fuera a comprarla a una casa que él me recomendó”.

Estos implantes metálicos que compran a diario los pacientes, en las casas comerciales cuestan desde 12,000 a 14,000 lempiras.
CUESTA L51,000
Suplica ayuda para comprar prótesis
La falta de recursos económicos y desesperación, para que su madre no quede postrada en una cama, ha obligado a Martha Rodríguez a pedir ayuda para comprar una prótesis total que los médicos le recetaron a su madre, interna en el Hospital Escuela Universitario (HEU).

“Mi mamá es María Olivia Rodríguez y necesita una prótesis que me están pidiendo aquí, en el Hospital Escuela, y coticé, pero me cuesta 51,000 lempiras y no tengo de dónde comprarla…”.

“…con mucha pena ando pidiendo ayuda para que mi mamá sea operada”, relató Rodríguez.

Añadió que “los doctores me han dicho que si yo no consigo eso, me van a dar a mi mamá de alta y no me la puedo llevar porque debido a que mi mamá tuvo esa caída, yo perdí mi trabajo y no ando ni un cinco”.

“El médico me dijo que la podía comprar en una casa distribuidora donde yo fui a cotizar y me dijeron que para pacientes del Hospital Escuela cuesta 51,000 lempiras, pero el precio real es de 58,000 lempiras y ruego a las personas que por favor me ayuden”.

La desesperada mujer pidió a las personas de buen corazón que si desean ayudarle en ese problema de salud, que la llamen al número de celular 9731-5817, ya que le urge conseguir ese aparato para que su madre pueda caminar.

SEGÚN LA ASJ
Se trafica con la necesidad del pobre
Carlos Hernández.

El representante de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Carlos Hernández, denunció que en los hospitales hay “mafias” que están afectando a los pacientes que a diario acuden a los centros asistenciales, en busca de salud.

“Es una mafia que lamentablemente no hemos podido enfrentar y son mafias donde se trafica con la necesidad de los hondureños y eso tiene que terminar, porque no puede ser”, deploró Hernández.

Añadió que “tenemos evidencias que hay hospitales públicos que compran a través de una empresa y esta empresa va y le compra a proveedores directos que triplican el valor original y aquí hablamos de la maldita corrupción que no cesa de robarle a este país”.

Hernández apuntó que con la presencia de la junta interventora de Salud Pública, “nos puedan ayudar para de una vez por todas acabar con esas mafias que tanto le han hecho daño al sistema de salud”.

Pidió que se investigue a los médicos que están vinculados con estas empresas distribuidoras de material quirúrgico y que se les aplique el código de ética. LA TRIBUNA insistió en buscar la versión de las autoridades del HEU, pero no fue posible obtener repuesta.

GERENTE DEL IHSS
Les daban “papelitos” a todos los pacientes
Dinna Rojas.

La gerente general del hospital de especialidades del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Dinna Rojas, manifestó que en ese centro asistencial han existido esas irregularidades, que consisten en que los médicos mandan a comprar insumos a los pacientes, problema que lo han ido erradicando.

A los pacientes “ya no se les están dando papelitos, como se les daba antes para comprar insumos. Todo se está haciendo a través de la gerencia del hospital, con compras por fondos rotatorios”.

Recordó que ese tipo de problemas generó “bastantes quejas, donde a hurtadías se metían a las salas y les daban papelitos a los pacientes, lo cual se prohibió todo ese tipo de ventas en el hospital, incluso hasta comidas”.

Rojas indicó que los pacientes hacían esas compras para que los operaran rápido, si no querían esperar a que el hospital tuviera disponible el insumo, “pero los pacientes ahora pueden pedir reembolso de lo que compraron y para evitar ese trámite engorroso, hacemos la compra a través del hospital”.