De lo insólito a lo ridículo

En España la presunción de inocencia se respeta, sin embargo, las publicaciones de los detenidos se dan sin cubrirles el rostro, como se aprecia en la captura de César Román Viruete, el “rey del cachopo”, quien está acusado de descuartizar a su novia, la hondureña Heydi Paz Bulnes.

Contrario a lo que sucede aquí, la policía capturó el fin de semana a tres integrantes de la pandilla 18, por considerárseles sospechosos del crimen de la reina del “fitness”, Leila Sarahí Evanks Gavarrete, quien apareció mutilada el pasado 12 de noviembre, después de haber sido raptada el 8 de noviembre, en la colonia Planeta, de La Lima.

Su cadáver se encontró flotando en las aguas del río Negro, en San Pedro Sula, Cortés, con signos de tortura y mutilados los pechos. Por este atroz crimen fueron detenidos tres pandilleros, cuyos nombres se desconocen. Lo único que trascendió de las operaciones de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) fueron unas fotografías del trío detenido, pero con el rostro difuminado.

Como tampoco informan de las operaciones, la prensa tiene que hacerse eco de las imágenes distorsionadas de la DPI, en total violación al derecho del acceso a la información y el derecho de los ciudadanos a informarse sobre el crimen deleznable contra una mujer, como la campeona del fisicoculturismo, quien se preparaba para asistir a una competencia en Miami.

Aquí van de lo insólito a lo ridículo porque la foto de los tres pandilleros, presuntos homicidas de la campeona del “fitness” no muestra nada, mientras que el “rey del cachopo” en España es exhibido de frente, con su nueva apariencia para escapar de la policía, que lo buscaba por haberle quitado la vida a su novia hondureña.