Pandilleros de nacionalidad salvadoreña decapitaron a un campesino hondureño en el municipio de Yarula, La Paz, zona fronteriza entre Honduras y El Salvador.
La víctima es José Eufemio Pineda Herrera, de 52 años, con oficio labrador y residente de donde perdió la vida a machetazos.
Según el parte policial y testimonios familiares, Pineda Herrera fue atacado por miembros de la pandilla 18, cuando ordeñaba unas vacas de su propiedad.
Los victimarios, según parientes de la víctima, son unos salvadoreños que desde hace meses han llegado a imponer y sembrar el terror entre los pobladores que residen en esa zona fronteriza de Honduras.
De acuerdo con los labriegos, los malvivientes por meses se han dedicado a estar amenazando a todos los campesinos de la zona, cumpliendo ayer su ultimátum contra el agricultor, a quien atacaron violentamente con un arma blanca, hasta quitarle la vida y cortarle la cabeza.
Luego de acabar con la existencia de Pineda Herrera, los malvivientes huyeron con rumbo a El Salvador, indicó Héctor Orlando Pineda, uno de los ocho hijos de la víctima.
“Ya no los aguantamos amenazando a toda la gente y la autoridad no hace nada por frenar a esos asesinos”, alertó el angustiado y temeroso pariente, mientras retiraba el cadáver de su querido padre de la morgue capitalina.
Antes de viajar con los restos de su ser querido, el joven campesino informó que, además de matar a su padre, los pandilleros hace un año ultimaron a otra persona y hace unos meses hirieron a machetazos a otro labriego.