Control del espacio marítimo

Capitán de Corbeta DEMN
Álvaro Roberto Reyes Solano

Por las líneas de comunicación marítimas y el limitado control del mar que se materializan por los objetivos nacionales, es necesario que las autoridades marítimas hondureñas, logren diseñar una política y estrategia marítima que incremente el control de los espacios marítimos, introduciendo en la visión de país, una planificación de seguridad en los espacios marítimos del Estado de Honduras, la integración de nuevas capacidades aeronavales, binomio que logra optimizar y empoderar las operaciones de la Fuerza Aérea y la Fuerza Naval de Honduras, tomando en consideración los factores geográficos, marítimos y socioeconómicos, del área marítima con más de 210,000 kilómetros cuadrados y sus siete fronteras marítimas, a lo largo de un litoral caribeño mayor a los 670 kilómetros.

La planificación, elaboración e integración de planes y operaciones aeronavales, acompañadas en la adquisición de tecnología y equipo, que logre cumplir, garantizar, las operaciones de vigilancia y control de los espacios marítimos costeros, en donde el binomio aeronaval se adapta muy fácilmente a las operaciones conjuntas, determinantes en el empoderamiento de dichos espacios de superficie, logrando adaptar ambas armas sincronizadas con el fin de optimizar los recursos para hacerle frente a las amenazas existentes, en los espacios oceánicos que no se logran tener presencia por los limitados recursos y la falta de conciencia marítima nacional en el desarrollo de una estrategia marítima de control del mar.

Los avances tecnológicos aeronavales y las operaciones que se desarrollarán en los próximos años, son parte de la inversión del Estado en presupuestos para adquirir nuevas capacidades integradas y acciones en el uso del nuevo binomio aeronaval nacional, que genera el inicio de una nueva doctrina propia y pionera en la región centroamericana, que logrará efectos desafiantes integrados por medio de un mando y control específico, para incrementar la seguridad, vigilancia y control del mar territorial hondureño hasta la zona económica exclusiva, que durante décadas han sido afectados por el narcotráfico y la pesca industrial, ilegal e irresponsable de países vecinos. Han pasado más de treinta años sin cambiar los planes, programas, estrategias y herramientas necesarias, para incrementar el control de los espacios marítimos.

Dicha doctrina aeronaval deberá proporcionar planes flexibles a plazos inmediatos, capaces de incrementar el control del mar, vigilancia y protección de la flota pesquera nacional que fortalece la economía a través de aeronaves y embarcaciones, en la aplicación de operaciones aeronavales que impactan fuertemente sobre las operaciones ilícitas: de la flota pesquera industrial, la disminución del narcotráfico transnacional y la protección de las líneas de comunicación marítima, en este sentido los estados ribereños vecinos, deberán coordinar y aceptar la nueva dinámica desarrollada dentro de la estrategia marítima nacional.

Con el arribo de este equipamiento aeronaval, la Fuerza Aérea y la Fuerza Naval de Honduras optimizarán las operaciones conjuntas de búsqueda y rescate, a través del uso integrado de planes conjuntos, capaces de dar respuesta a la sociedad hondureña.

En este enfoque la nueva tecnología aeronaval tendrá que desarrollar adiestramientos, planes y ejecución de programas que interactúen de manera sincronizada e integrada para lograr la unidad de mando, establecer un centro de mando y control que sea capaz de dar respuesta a las operaciones conjuntas, con la capacidad de adaptarlas a las diferentes acciones en los espacios marítimos, costeros y fluviales, con recursos disponibles de manera eficaz en el ambiente operacional. El diseño operacional en este caso está elaborado a través del escudo marítimo y aéreo como parte de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA), que sigue combatiendo al narcotráfico y crimen organizado transnacional en los últimos años.

El Estado hondureño debe preservar, proteger y conservar la vida marina y sus diversidades en los espacios marítimos con Guatemala, Belice, México, Cuba, Gran Caimán, Jamaica y Nicaragua, con esta capacidad tecnológica logra optimizar las operaciones aeronavales modernas de la Fuerza Aérea y Fuerza Naval de Honduras, a través de buques que acoplan aeronaves en misiones. La política de Estado debe ir acompañada, comprometida, responsable y consciente de los costos del mantenimiento de buques con capacidad aérea, que lograrán cumplir con las expectativas en todas las operaciones marítimas y fluviales del litoral.

Los pilotos y mecánicos de la Fuerza Aérea, comandantes, marinos e infantes de marina de la Fuerza Naval de Honduras se identifican con el deber de servir con amor a la patria, serán los guardianes de la superficie marítima que logran integrar los aparatos navales y aéreos, que pondrán en ejecución el alto nivel de entrenamiento, a la vanguardia en la región centroamericana en la protección de vidas humanas, durante las operaciones de búsqueda y rescate al servicio del pueblo hondureño.

En conclusión las operaciones aeronavales en la región darán un paso agigantado en la doctrina naval, a su vez logrará una efectividad en todas las operaciones de lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado transnacional, donde el binomio aeronaval logra integrar dos dimensiones en operaciones diurnas y nocturnas, garantizando el desarrollo y seguridad marítima, a su vez la efectividad en las operaciones de protección del medio subacuático, vigilancia y búsqueda de embarcaciones sobre las líneas de comunicación marítimas, para lograr el control del mar hondureño.