Invertir con sentido de urgencia

Por: Álvaro Sarmiento
Especialista Internacional en Comercio y Aduanas

Recientemente el Grupo del Banco Mundial (2019) (GBM), publicó el estudio “La Naturaleza Cambiante del Trabajo”. Banco Mundial (2019), parte de la colección del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2019. Lo puede descargar en www.worldbank.org/en/publication/wdr2019
El estudio, tiene relación con mi reciente artículo en este matutino, “Feliz 2030. Era de los robots”, donde menciono la predicción del World Economic Forum, en el sentido que los avances tecnológicos van a destruir 70 millones de puestos de trabajo en los próximos 4 años y que se crearán casi el doble de nuevos puestos en el mismo período.

Recientemente, durante una actividad con empresarios en El Salvador, un colega afirmaba que en los próximos años va a desaparecer el oficio de hacer tortillas a mano, ya que pronto se contará con máquinas (no industriales, que ya existen) que podrán hacer el mismo oficio de manera más efectiva y eficiente. No sé si veremos eso en el corto plazo, o a robots preparando baleadas, pero lo que sí es cierto, es que los empleos de nuestros hijos y nietos serán sustancialmente diferentes a los nuestros.

Lo que seguramente todos hemos visto, es que los empleos de décadas en el mismo lugar, prácticamente han desaparecido y que tratar de sobrevivir en el mundo laboral, con lo que se aprendió en la universidad hace 10, 20 ó 30 años es condenarse al desempleo. La formación profesional continua es absolutamente esencial hoy día, da igual si tiene 24 o 65 años.

El estudio afirma: “El ritmo de la innovación se seguirá acelerando, pero los países en desarrollo tendrán que adoptar medidas rápidamente, para asegurarse de que podrán competir en la economía del futuro. Deberán invertir en su población con un feroz sentido de urgencia, en particular en salud y educación, que son las bases del capital humano, para aprovechar los beneficios de la tecnología y atenuar sus disrupciones más graves”.
El informe del GBM es tajante sobre el efecto en corto plazo: “Nuestro análisis indica que, en los países en los que hoy se registra el menor nivel de inversiones en capital humano, la fuerza laboral del futuro será entre un tercio y la mitad de productiva, de lo que podría ser, si las personas gozaran de plena salud y recibieran una educación de alta calidad”.

Las nuevas tecnologías están disminuyendo rápidamente la demanda de trabajos o labores, donde estas pueden ser reconvertidas por máquinas que requieren costos menores y que pueden trabajar 24/7. Es un hecho que tarde o temprano llega a nuestras economías, ya globalizadas, en Londres o El Progreso, Yoro. Aunque tardará mucho más en países en desarrollo como el nuestro.

El estudio del GBM orienta a los gobiernos a “invertir en capital humano, especialmente en educación, en la primera infancia, con el fin de desarrollar habilidades cognitivas de orden superior y socioconductuales, además de las habilidades fundacionales”.

Tema aparte, es determinar si la inversión del presupuesto nacional en educación se puede redestinar a estos programas, o continuar el gasto en los mismos rubros, esperando resultados diferentes.

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