Por Fernando Berríos
Periodista
La pregunta es válida y todos nos la debemos hacer, a conciencia y sin sesgo político.
Buscando una respuesta, nos dimos a la tarea de revisar algunas cifras para determinar si el 2018 fue bueno o malo, sobre todo en términos económicos.
Pero como de antemano, a nivel micro nunca las mayorías creerán que están bien (en ningún lugar del mundo), vamos a enfocarnos en los índices macroeconómicos que son los que al final reflejan si los países tienen o no una economía sana y si tienen o no la solidez que se requiere.
En términos de Producto Interno Bruto, Honduras cerró el 2018 con un crecimiento de 3.7% determinado en gran medida por las fuertes inversiones en infraestructura, energía, turismo y agroindustria.
Este nivel de crecimiento sigue siendo insuficiente para generar riqueza y prosperidad en las mayorías, pero en descargo, se puede decir que es aceptable considerando que Honduras vivió un año de agitación política más intenso que el 2017, a pesar de no haber sido un año electoral.
De hecho, se puede considerar aceptable en virtud de que Honduras creció más que el resto de los países de la región, excepto Panamá.
Y el 2019 tendrá un comportamiento similar, según el balance preliminar de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que estima un crecimiento del PIB de 3.6%, superior a la media de la región proyectada en 3.3%.
Respecto a la inflación interanual, no se puede desconocer que las políticas estatales, aunado a factores externos como la reducción del precio internacional del combustible en los últimos meses del año, permitieron que se cerrara con 4.22%, resultando inferior al 4.73% del 2017. La meta para 2019 se mantiene en un dígito y por debajo de 5%.
El deslizamiento de la moneda sigue afligiendo a la población, sobre todo cuando se alcanza barreras importantes como la de 24 lempiras por un dólar. Pese a lo anterior, las cifras nos muestran que la depreciación interanual fue de 3.18% en 2018, es decir, un aumento de L 0.76 respecto del tipo de cambio promedio registrado al cierre del 2017.
Respecto al Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), los análisis reflejan que a noviembre de 2018 la actividad productiva creció 3.7% en términos de volumen y esta tendencia se proyecta para 2019. Sin embargo, se debe destacar que este IMAE es inferior al registrado en 2017, cuando alcanzó 5.4%, por encima inclusive de países como Nicaragua (la crisis en Nicaragua hizo que el IMAE cayera en 2018 a -1.9%).
El costo promedio interanual de la canasta básica de alimentos, en Tegucigalpa y San Pedro Sula, alcanzó a diciembre de 2018 los 5,907.65 lempiras, es decir, 25.53 lempiras (un dólar) más en relación a los 5,882.12 lempiras registrados al cierre de 2017.
En cuanto a las exportaciones, los reportes a octubre de 2018 establecieron que se ubicaron en US$3,784.6 millones, es decir, una disminución de 2.8% (US$107.9 millones) respecto a lo reportado a octubre de 2017. Esta merma habría sido inducida principalmente por la reducción en las ventas de café y aceite de palma.
Y respecto a las importaciones, al mes de octubre de 2018, totalizaron US$8,694.5 millones (aumento de 8.6%), siendo determinado por el incremento en las adquisiciones de bienes de capital y materias primas para la industria, combustibles y bienes de consumo.
Finalmente, se debe considerar dos indicadores importantes: las reservas internacionales netas y las remesas familiares.
Respecto a las reservas internacionales, al cierre de 2018 ascendieron a US$4,791.4 millones, superior en US$5.8 millones al del cierre de 2017. Este nivel de reservas, de acuerdo a la metodología del FMI, equivale a 5 meses de importación de bienes y servicios, lo cual resulta totalmente aceptable.
Y en relación a las remesas familiares, al cierre de 2018 se ubicaron en US$4,861.2 millones, es decir, US$454.1 millones más en relación al cierre del año 2017 (US$ 4,407.1 millones).
Con las cifras anteriores, que constan en el Boletín Económico Enero 2019 del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), el lector puede determinar si el 2018 fue un buen año o no para Honduras.
Lo cierto es que Honduras necesita crecer más de 6% en su PIB por al menos 10 años consecutivos para generar las condiciones de empleo y riqueza que necesita la población. Lograr este crecimiento debe ser un pacto de todos los sectores de la sociedad.
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