Piden salud y trabajo los feligreses a la “Morenita”

Centenares de feligreses entraron de rodillas ayer a la Basílica a saludar donde los esperaba la “Morenita”, al celebrarse 272 años del hallazgo de la virgen de Suyapa o la Patrona de Honduras, al tiempo que aprovecharon para rogar por salud y empleo.

Estas escenas son una muestra que la fe de los hondureños es inclaudicable y más aún, el agradecimiento por la vida y esperanza de un mejor porvenir. Los devotos llevaban sus velas para ser encendidas como símbolo acostumbrado que acompaña una petición especial o milagro a la “Morenita”.

Al fondo estaba ella, lucía espléndida en el altar consagrado y a la vista de todo aquel que llegó a Tegucigalpa procedente de distintos puntos de la geografía nacional. Si bien la “fiesta” del aniversario comenzó desde la semana pasada y se han celebrado encuentros espirituales de mucho regocijo y comunión, ayer fue la jornada más esperada.

Las actividades iniciaron temprano, a las 7:00 de la mañana se desarrolló la Eucaristia en la Catedral Metropolitana en el centro de Tegucigalpa y la Solemne procesión de la virgen de Suyapa hasta arribar a la Basílica, al son y compás de la Banda del Cuerpo de Bomberos.

Seguidamente llegó el momento de escuchar el mensaje principal durante la Eucaristia Basílica Decanato Nuestra Señora de Suyapa que comenzó al punto de las 5:00 de la tarde, en donde se exhortó a los hondureños a buscar la paz. También con incitativas a mantener fe de un mejor por venir, de ser fuertes y convicción en la ayuda del Todopoderoso con la intermediación de la Santa Madre.

Esta larga fila llegaba hasta el Coliseum, más de tres cuadras antes de llegar a la basílica, el motivo era poder tocar y ver la cápsula de vidrio en donde está la virgen.

HONDUREÑOS NO ESTÁN SOLOS

“Pueblo que peregrina debemos saber que no estamos solos que somos pueblo, comunidad acogida en el corazón de María, comunidad como Padre, Hijo y Espíritu Santo. (…) debemos ser una iglesia desbordante de alegría”, fue el mensaje que cayó como bálsamo en los corazones de los creyentes.

Muchos se persignaban y decían “amén”, incluso con lágrimas en los ojos contemplaban las imágenes de los santos que rodean la casa de la virgen de Suyapa. “Demos gracias al Señor nuestro Dios, es justo y necesario, es nuestro deber”, instó el padre quien seguidamente y acompañado de cánticos eclesiásticos, tomó la hostia que simboliza el Cuerpo de Cristo.

Previo a arrojar agua bendita, el obispo encargado de dar el mensaje dejó plasmado en la mente de todos los llegados de rincones de Honduras, que deben tener presente siempre la importancia de diálogar con Dios constantemente desde el interior de cada hondureño y el peregrinaje constante tendrá recompensa de bendición, segun la enseñanza dada a miles de feligreses atentos al mensaje.

De rodillas llegaron hasta el altar principal los feligreses quienes participaron de las diferentes eucaristias.

Seguidamente a este acto espiritual, se dio paso a la celebración de una procesión de la virgen con un espectáculo de luces y fuegos artificiales que acompañó el colorido de la celebración que dieron paso a la Eucaristia Basílica y a la esperada Alborada de la “Reina de Honduras”.

El imponente espectáculo cautivó a varios pobladores del interior del país, familias completas dibujaron en sus rostros sonrisas que no pasaron desapercibidas ante los medios de comunicación.

Terminada la Alborada los campamentos instalados con asistencia de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) fueron insuficientes para tantos visitantes. Los fieles cargaban mochilas con sábanas para apostarse en los alrededores de la basílica que les acogerá hasta este día en donde continuarán las Eucaristias, bautismos y oraciones. (Por: Saraí Alvarado/ Fotos Aquiles Andino).

TESTIMONIOS DE SANIDAD Y VIDA
“Hijo cayó de un árbol”
“Hoy vengo a dar gracias por la vida de mi hijo que poco a poco está volviendo a caminar y hasta trabaja a diario por su sustento que no falta aunque sea la tortilla con sal”, así comenzó su plática Cándida Lopez (53) quien contó que su vástago cuando estaba cortando madera se cayó del árbol que cortaba con un hacha.

Pero el árbol cayó y le aplastó a la vista de muchos que prescenciaron el accidente del que aseguraron no saldría con vida. “Hice una promesa en ese momento, que si mi hijo salía de esa tragedia vendría a visitarla”.

“El estuvo solo internado y sin caminar, lloraba del dolor, pero ahora aunque sigue algo mal siempre se levanta a trabajar y camina con clavos. Seguimos adelante gracias a Dios y la virgen”, fue el testimonio de la señora que viajó desde “Guachipilín” una aldea en el departamento de Comayagua en compañía de su nieta.

“Me dió parálisis : mi nieta casi no nace”
Agradecer por un milagro doble, motivó a la familia Morales a llegar a la basílica de Suyapa y participar de todas las eucaristias celebradas en el aniversario 272. “Tuve una parálisis fascial, estuve muy asustada y sin poder ir de urgencia a un médico pedí el milagro a Dios y la virgen y como si nada no solo mi cara recuperó su estado normal”-

“También parte de mi cuerpo porque estuve grave y ahora doy gracias por el milagro; cargo a mi nieta en brazos, porque cuando yo estaba enferma ella también luchaba por su vida en el vientre de mi nuera”.

Relató que los médicos le dijeron que si nacéa tendría discapacidades pero con oración hoy las dos estamos aquí sanas”, expresó la señora de 55 años cargando a su nieta Milagro Alexandra en compañía de su familia.

¡Puedo caminar, antes estuve en silla de ruedas!
“¡Míreme, puedo caminar, yo antes estaba en una silla de ruedas!”, así fue la expresión con alegría evidente de doña Arcarolina Gonzales Vásquez, quien dijo que aunque sigue con un bastón ella considera que el milagro ya está cumplido y por eso dio gracias a Dios y la virgen de Suyapa.

“ Yo perdí poder caminar, de repente me comenzaron a doler los pies y luego las rodillas, me adormecí y me tuvieron que conseguir una silla de ruedas, eso fue hace nueve años y desde ese tiempo he hecho la petición a la virgen que me ayudara a dejar esa silla y poder caminar”. “Míreme ahora vengo desde hace cinco años a dar gracias siempre, salí bendecida y camino desde la aldea de San Isidro, en Peña Blanca departamento de Intibucá”, expresó la emotiva señora de 55 años a quien le acompañaba parte de su familia también devotos.

Mis hijas ya no están enfermas
María Ángela Martínez Chicas (37) quedó embarazada de gemelas, pero los médicos le dijeron que debía abortar porque nacerían con muchos problemas de salud, una de ellas era la microcefalia.

Sin embargo, esta madre se llenó de fe y le pidió a Dios y la virgen que sus hijas nacieran sanas y salvas y así fue, ayer en compañía de sus pequeñas de tres años no paraba de agradecer al frente del púlpito en la basilica de Suyapa.

“La cesárea me la hizo la virgen santisima de Suyapa y ahora ando pagando promesa porque ni mis hijas ni yo estamos enfermas, los médicos me habían dicho que si quería salvar a una podría morirse también en el parto, pero nada de eso pasó y hasta la enfermedad del asma me les ha quitado a mis hijas”, relató como testimonio la joven madre de seis hijos en total que viajó con 300 lempiras desde Santiago Puringla, en el departamento de La Paz.