Necesitamos medidas de ahorro como el uso de la bicicleta

Por Carlos Medrano
Periodista

Sin producir petróleo y con una gran cuota de dependencia al generar energía eléctrica por búnker, Honduras no pudo aprovechar adecuadamente las rebajas a los combustibles, cuyo precio se redujo poco a poco en los últimos meses.

La cultura de ahorro no existe en el pueblo catracho, eso lo vemos reflejado, por ejemplo, en cada diciembre, cuando la gente se agolpa en los centros comerciales y supermercados, a gastar indiscriminadamente, hasta llegar al extremo de empeñar sus enseres, para pasar una feliz Navidad.

Los congestionamientos extremos a todas horas, refleja un comportamiento autodestructivo, que es propio de culturas tercermundistas, porque consideramos que la dinámica de la energía, el combustible y el agua, llegan producto de la divinidad o por arte de magia.

Los países productores han emitido señales que indican que no habrá alzas exageradas de los precios del petróleo y sus derivados, lo que podemos esperar en el 2019, es una relativa estabilidad de los carburantes.

Honduras debió, con un liderazgo fuerte y comprometido con el país, desarrollar una campaña de ahorro, tanto de combustibles para automotores, como por el ahorro de energía eléctrica, ya que lo que desperdiciamos y derrochamos hoy, lo lamentaremos el día de mañana.

Nadie tomó la iniciativa del ahorro, o implementar ejercicios que nos permitan, en una eventual desgracia natural, poder salir adelante como nación, por ejemplo, el traído y llevado “Hoy no circula”, que restringe el uso de vehículos por placas pares e impares.

Otro ejercicio que podría resultar altamente provechoso y rentable para este país, es el uso de la bicicleta como medio de transporte masivo, lo que además del impacto en la economía del país y familiar, generaría un mejoramiento sustancial en el medio ambiente, ya que somos un país altamente contaminado por el dióxido de carbono emitido por buses viejos que populan por todas las calles y carreteras del país.

Siempre he pensado que las empresas deberían tener la política de premiar al empleado que llegue a su trabajo sin utilizar su vehículo, y que use un medio de transporte amigable con el medio ambiente, como la bicicleta, pero para que pase eso en Honduras estamos a años luz.

Tenemos que mejorar la seguridad en todos los aspectos, educar a miles de inhumanos que atropellan ciclistas, haciendo del deporte un acto realmente valiente, debemos mejorar las aceras haciendo rampas en las entradas y salidas, en fin, hacer de la bicicleta una alternativa de transporte para Honduras.

Las 13 rebajas registradas desde noviembre al precio de los carburantes ha sido significativo para el bolsillo de los hondureños, ya que la gasolina superior había subido a más de 103 lempiras; la superior bajó 16.51 lempiras, la regular 15.76 y el diésel 13.77 lempiras por galón en la capital de la República.

Pese a registrar una menor importación de búnker y diésel, al cierre del año anterior, el país aumentó a 1,500 millones de dólares la factura petrolera, debido a los altos precios.

Debemos incentivar el ahorro, una vida austera, somos un país con indicadores desastrosos, no producimos ni lo que comemos, dependemos de factores externos para sobrevivir como nación, por lo tanto debiéramos de reaccionar, pero con una actitud personal, ya que si dependemos de un cambio de conducta gubernamental, ¡muy bien gracias!