Vida no se aburre de ‘donar’ puntos en casa

Por GEOVANNY HERNÁNDEZ
@geohernandez

LA CEIBA. Los rojos del Vida siguen mostrando debilidades en su casa. Por tercer partido consecutivo se queda en ventaja numérica en hombres y le terminan sacando puntos. Este domingo tuvo “pecho a tierra” a un irreconocible Juticalpa, pero terminó pecando de confiado y se tuvo que conformar con un empate.

Dicho resultado causó la furia de ciertos aficionados y uno de ellos se desquitó con un botellazo en el parietal derecho del árbitro asistente Jesús Matute. Otro sector de la familia roja se dedicó a insultar a Raúl Martínez Sambulá exigiéndole su renuncia, preocupados ya tras el triunfo de Real de Minas.

EL JUEGO

El Vida fue superior a su rival en todo el largo y ancho del campo y del encuentro. Una mala salida de los “canecheros” propició que Carlos Mejía se fuera sobre la puerta rival, se deshizo del portero, pero en la línea de gol, Henry Ayala se revolcó en la línea de gol para mandarla al tiro de esquina. Apenas iban seis minutos.

En el resto del primer tiempo solo se destaca un cabezazo de Eddie Hernández que se fue sobre el horizontal. Para la reanudación en la segunda etapa, Robert Lima envió al campo a Bayron Méndez con el objeto de darle frescura a su mediocampo y de paso se deshacía de Techera que ya estaba amonestado.

El primer gol del partido cayó a los cinco minutos del complemento. Carlos Mejía mandó rezago venenoso que se fue entre los centrales, no pudo llegar Eddie Hernández, pero cuando el balón se escapaba surgió la pierna izquierda de Foslyn Grant que la terminó guardando en la portería de José Pineda.

Ni con el resultado en contra había noticias en ataque por parte del Juticalpa. Salas y Ovidio apenas figuraban en la alineación, pero no le aportaban nada a su equipo mientras Carlos Meléndez mantenía estricta vigilancia sobre el colombiano Estupiñán. En esos devenires de partido, el portero Pineda detenía un disparo lejano de Devron García.

En seis minutos, Carlos Mejía pudo cambiar el encuentro si el central Erick Andino hubiera marcado como penal un derribo de Henry Ayala sobre el juvenil futbolista del Vida. Después, en una escapada por su costado obligó a Wilfredo Barahona a derribarlo, el “Pistolero” ya tenía una amonestación en sus espaldas, por lo que tuvo que irse a ver el partido desde una ventana del vestidor.

Los rojos erraron varias acciones de gol, ya que siempre estuvieron más cerca de marcar el segundo tanto que la visita de empatar el partido y sucedió lo último. Ovidio Lanza es derribado en el área por Carlos Meléndez, penal y expulsión. El penal se lanzó tres minutos después y cuando Salas se aprestaba a fusilar a Canales, de la grada salió una botella que le pegó a uno de los árbitros asistentes.

Erick Andino, el árbitro central, espero que se lanzara el disparo de penal mientras su compañero manaba sangre de la cabeza levantando su bandera reportando la agresión. El colegiado le prestó atención hasta que Juticalpa empató, fue a asistirlo y ahora sí mostró empatía por su compañero a quien llevó escoltado al camerino sin dar por finalizado el partido.