Democracia

Por Nery Alexis Gaitán
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La democracia es el poder del pueblo. Se eligen las autoridades de todo tipo por voto directo. La democracia participativa es aquella donde se toman en cuenta los intereses de todos los grupos que conforman la sociedad. Cómo es imposible que la población entera sea parte del gobierno, se eligen representantes que siempre abogan por los intereses colectivos.

Democracia implica participación y no exclusión. Debe ser un abanico de oportunidades donde cada ciudadano pueda mejorar su calidad de vida y participar en toda actividad encaminada al bienestar común. Todos son iguales ante la ley.

La promulgación de todo tipo de ideas es tolerada. Así se encuentran los extremos desde el fanatismo religioso o político hasta el ateísmo. Un hecho curioso, los izquierdistas que abogan por la liberalidad de las ideas y la tolerancia a las mismas, son los más intransigentes. Un ejemplo son los seguidores del partido Libre, que recurren a la violencia en contra de aquellos que piensan diferente a ellos, pero siempre están reclamando su derecho a decir lo que les venga en gana; pero no respetan el derecho de los demás.

La democracia se sustenta en todo tipo de instituciones que hacen posible que la convivencia en paz sea posible. Pero, sobre todo, en una administración gubernamental que represente los intereses de las grandes mayorías. Mejorando así las condiciones de vida para todos.

Nuestra democracia es reciente, pero ello no impide que se luche por construir un mejor país en un ambiente propicio para el desarrollo en todos los aspectos. La Constitución vigente desde 1982 es la más longeva que hemos tenido, eso refleja que el ambiente democrático es la prioridad de los hondureños. Los partidos de tendencia democrática deben reforzarse y responder a las urgentes necesidades de la población.

El país necesita desarrollarse y esa debe ser la prioridad de los políticos, que deben accionar para erradicar los males endémicos que la nación enfrenta. Se deben mejorar los sistemas de salud y educación públicas. Se debe seguir luchando contra la violencia generada por el crimen organizado y las maras. Asimismo en contra de la corrupción y la impunidad que tanto daño han causado.

Honduras es un país pobre, los altos índices de analfabetismo y de personas que viven en el umbral de la pobreza son alarmantes. El desempleo causa estragos en todos los niveles. El desarrollo del agro deja mucho que desear.

No se puede negar que el accionar del gobierno es importante, pero es necesario emplear políticas de más impacto entre la clase media y pobre para remediar los males sociales endémicos. La empresa privada debe compartir más la riqueza acumulada y generar nuevos empleos para aliviar la carga social.

La construcción de un mejor país se basa en el patriotismo de sus habitantes porque trabajan a favor del bien común. No hay otro camino. Por ello los políticos, por sobre todas las cosas, deberían amar al país y condolerse de las duras condiciones de vida de sus habitantes y tratar de mejorarlas hasta las últimas consecuencias. Al fin y al cabo la política nació por el deseo de ayudar a los demás.

Pero es lamentable ver a los políticos enfrascados en luchas de partido, gozando a más no poder de las prebendas que poseen y que nada tienen que ver con el bien común. La oposición política actual es un ejemplo de ello.

Enfrascados en sus luchas internas por el poder y solo despotricando contra el gobierno actual sin ningún fundamento, solo evidencian su falta de compromiso con las mayorías que dicen representar. Su discurso desgastado y aburridor no contiene ningún tipo de análisis de nuestra realidad. No les interesa el bienestar del país, solo el lucro personal.

¡Ayudemos todos a construir una democracia más equitativa, ese es el camino!