Obispo José Antonio Canales: Me impacta y molesta el abandono histórico del departamento de El Paraíso

**Asumí el compromiso de anunciar a Jesucristo y el evangelio
**Ser obispo representa una carga muy fuerte
**Al conocer mi nombramiento me sentí desolado, entre en crisis, tuve que pedir asistencia espiritual.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email:[email protected]

DANLÍ, El Paraíso. “Me llena de mucha tristeza, el abandono del departamento de El Paraíso de parte del gobierno central, esto no es de ahora; es un abandono histórico y lo que más molesta, es que este departamento está a media hora de la capital. Ningún departamento de Honduras debería ser abandonado como lo ha sido El Paraíso, es lo que mayor me impacta a nivel social”, lo dice con plena convicción José Antonio Canales Motiño, obispo de la Diócesis de El Paraíso.

Con la gentileza que lo caracteriza, el prelado católico nos atendió en la sede de la Diócesis en esta ciudad, previa cita por sus múltiples ocupaciones. Por espacio de 45 minutos conversamos en principio sobre su vocación sacerdotal y otros temas vinculados del quehacer religioso.

Con su familia un año antes de ingresar al Seminario.

Antes de ingresar al Seminario, fui estudiante en la Universidad con el objetivo de obtener una licenciatura en Ciencias Sociales, ese lapso de tiempo como estudiante universitario coincide con mi entrada para formar parte de la Pastoral Juvenil de mi parroquia, en La Lima, Cortés, soy costeño, hijo de padres sureños. Fue en esos años de mi juventud que comencé a darme cuenta de mi compromiso cristiano, de provenir de una familia católica practicante, iba a misa cada domingo por cumplir, fue allí donde me di cuenta que como cristiano bautizado yo tenía un compromiso de anunciar a Jesucristo y el evangelio”.

Siempre pensé en formar una familia, era la década de los 80, cuando poco se hablaba de posgrados y maestrías en la Universidad, de hecho todo mundo apuntaba a la formación de una familia, pero comenzaron a pasar por mi mente preguntas fuertes como,- no te gustaría dedicarte por completo a la obra del Señor, en principio me asustó la pregunta, incluso la tomé con humor en algún momento.

Con la juventud en diferentes actividades de la Diócesis.

Con esta inquietud hable con un sacerdote, me explicó la dinámica de la entrega total, posteriormente converse con otro que era más cercano. Después de varias pláticas descubrí que todo apuntaba que ese era mi camino. Experimenté una lucha interna basada en la cultura nuestra, por el entorno, la presión social y familiar, comentarios, que pasa, hay alguna decepción amorosa, pero comprendí que una cosa era lo exterior y lo que estaba sintiendo en cuanto al llamado de Dios. En cuanto a mi familia, por espacio de varios no fue de apoyo a mi decisión, pero me ayudó el hecho que no era ningún jovencito, ya era un hombre de 26 años.

Tomada la decisión ingresé al Seminario Mayor “Nuestra Señora de Suyapa”, allí estudié dos años de Filosofía y cuatro de Teología. Al terminar realice la práctica pastoral de dos años en la parroquia “Sagrado Corazón de Jesús” en San Pedro Sula. Concluidos los dos años de práctica el Obispo me dijo que el siguiente paso era la ordenación, acto que se realizó el 12 de octubre de 1996 en la Catedral de San Pedro Sula. Después de estudiar en Tegucigalpa volví a la Diócesis que pertenecía donde permanecí por varios años hasta que el Papa me nombra Obispo para Danlí.

Vinculación con la población católica con el saludo oportuno.

La creación de la Diócesis del El Paraíso surge a petición de los obispos de Honduras, el Vaticano hizo sus propias consultas, llegando a la conclusión que el departamento de El Paraíso reunía las condiciones para ser un territorio diocesano, seguidamente la Santa Sede solicita a los obispos dar nombres de sacerdotes que puedan asumir el obispado correspondiente.

Consultado si tuvo conocimiento que sería nombrado obispo de la nueva Diócesis, afirma que nunca esperó su elección, “ser obispo representa una carga muy fuerte, además, las personas propuestas no tienen por qué saberlo, es confidencial, son las grandes sorpresas de la vida. Cuando me entero de la elección me sentí desolado, entre en una crisis muy fuerte, tuve que pedir asistencia espiritual, pensaba que iba a morir en una parroquia, porque fue un trabajo que llenaba todas las expectativas que un día tuve sobre el sacerdocio, por ejemplo, levantarme cada mañana, sabiendo que iba al hospital a ver cinco enfermos. Que por la tarde vendrían personas en busca de dirección espiritual, que por la noche me reuniría con los catequistas, los Delegados de la Palabra o miembros de la Pastoral, para mi esa agenda me hacía feliz, yo era muy feliz, morir en una parroquia, esa era mi ilusión, recalca.

En el municipio de Trojes, con la gente de tierra adentro.

Cuando me informan que mi destino es Danlí, pensé que mi mundo feliz se venía al suelo. Tenía 21 años de no poner un pie en el departamento de El Paraíso, conocí esta zona por un familiar que vino a vivir aquí, por lo tanto, yo era un perfecto desconocido, sin embargo, ahora que regreso encuentro un Danlí diferente. Antes de tomar posesión pedí permiso al cardenal para venir a celebrar una misa, previa a la ordenación para saludar a la población y decir a la gente soy el obispo designado. Rompí el hielo, y hasta hoy la población me ha recibido con mucha calidez, afirma.

De acuerdo a lo expresado por el obispo, ha sido impactante la situación de abandono que vive el departamento, contar con una zona de gente tan laboriosa, pero abandonados de la presencia de la autoridad central. La falta de oportunidades para la gente, el departamento continúa siendo de vocación agrícola, café y tabaco, lo más destacado pero sin industria, exceptuando la maquila del tabaco. Los índices de pobreza son marcados.

Presente en la campañas de salud.

Lamento la indiferencia de los alcaldes, cuando tomaron posesión, a cada uno les envié una carta individual con su nombre, poniéndome a la orden para hacer causa común para el fomento de la unidad para el desarrollo, ninguno ha dado respuesta. Por otra parte, la Iglesia, con facilidad detecta los índices de pobreza del departamento, en el más puro concepto del cristianismo católico, no puedo estar alabando a Dios olvidándome del prójimo, esto, en el catolicismo no es negociable.

Durante el acto solemne de ordenación del obispado de Diócesis del El Paraíso.
En el Vaticano el obispo Canales con el Papa Francisco.
Con el autor del reportaje en un evento cultural durante la celebración del Bicentenario de la Catedral.