Redes sociales y conflictividad social

Por Marcio Enrique Sierra Mejía

Es un hecho irrefutable que la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) encuentran en las redes sociales, el anidamiento idóneo para generar disputas, por medio de intercambio de opiniones con propósitos estratégicamente orientados hacia la gestión del conflicto social enfáticamente.

Una red social, consiste en una estructura social compuesta por un conjunto de ciudadanos y ciudadanas (nodos) relacionados de acuerdo a algún criterio, que puede ser político, y que eficazmente utilizada, es una plataforma virtual letal porque posibilita el envío de mensajes, la comunicación en tiempo real y la difusión de contenido de distintos modos, entre los usuarios que se encuentren conectados entre sí, es decir, que sean “amigos” o “seguidores” de la plataforma en particular de que se trate.

En Honduras, estamos viviendo en una etapa social de extraordinarios avances tecnológicos que; ciertamente, transmiten y reciben ideas, información y mensajes que abonan positiva o negativamente a desarrollar identidad cultural, según son las características de los grupos que las componen, quienes poseen actitudes que, en su gran mayoría, propenden a la confrontación ideológica y hacen de la comunicación no verbal, la forma más letal para promover el conflicto social.

¿Hasta qué punto es posible evitar las discusiones malintencionadas y los conflictos sociales en las redes sociales?

Estamos observando excesivas discusiones, interpretaciones y conversaciones de juicio en las redes sociales con la intencionalidad de distorsionar el contenido de las opiniones que expresan los políticos, atacándoles con acusaciones, improperios y juicios de valor para conducirlo al terreno de lo personal y al “ataque” a la propia autoestima, creencia e identidad. Algo de esto ocurre con cierto grado de intensidad al interior de los partidos Nacional y Liberal que los socialistas probablemente incitan.

Ahora, utilizan la forma virtual para maldecir o desprestigiar a las personas suscitando emociones irascibles que conducen a desenlaces negativos en el proceso comunicativo con el fin de alterar, angustiar y evitar “encuentros” conciliatorios por parte de las fuerzas políticas democráticas no socialistas. Aunque también se están observando acciones similares al interior de las fuerzas políticas socialistas.

Hay una fuerza oscura que promueve el irrespeto y la intranquilidad para hacer fracasar procesos asertivos y constructivos. El hecho de la inmediatez en el proceso de comunicación de las redes sociales es aprovechado para introducir premisas que afectan el espíritu pacifista que ha caracterizado a los hondureños. Llegando al extremo de enviar mensajes políticos ofensivos o negativos en horas de descanso (madrugada).

Es alarmante el aumento del uso de la aplicación WhatsApp para introducir “malas o chismes difamatorios” en detrimento de personas aprovechando las interacciones persona a persona. Están utilizando la comunicación virtual para alterar emocionalmente a la ciudadanía. La comunicación a través de las TIC no tiende a usarse de una forma razonable, por el contrario, hay fuerzas políticas oscuras cuyos objetivos claramente favorecen intereses políticos que promueven estados de malestar y desintegración grupal.

Las redes sociales son instrumentalizadas para agudizar la lucha con respecto a valores y derechos sobre estatus, poderes y recursos escasos; lucha en la cual el propósito, es desestabilizar, dañar o eliminar a los rivales. A través de estas redes sociales específicas, pretenden afectar relaciones sociales que puedan fortalecer la voluntad o los esfuerzos deliberados y conscientes de unidad política y que los oponentes se resisten coartando la voluntad de las fuerzas que buscan la unidad porque con ello perjudican o eliminan al rival.

Se ve claramente una finalidad política de aniquilación de una de las partes en conflicto. Usan las redes sociales para promover la exclusión promoviéndose la aniquilación de una de las partes en conflicto o reduciéndola a la inacción.

Existen redes sociales que promueven el conflicto social, buscando alterar relaciones sociales, dividiendo y evitando el involucramiento de las partes. O sea, percibimos que ciertas redes sociales tratan de neutralizar a fuerzas políticas que no son afines al socialismo antidemocrático. También, a través de las redes sociales buscan atraer a los “ciudadanos indecisos” que no simpatizan con fuerzas políticas vernáculas. Como que quienes apelan políticamente a las redes sociales tienen conocimiento de las fuentes del conflicto social y conocen los factores objetivos y subjetivos que producen las tensiones. Por ejemplo: disyunciones entre individuos y el orden social, conductas desviadas, tendencias individualistas, ausencia de solidaridad, disyunción entre cultura y orden social, disyunciones al interior de los partidos políticos, etc.