Ceder, 18 años brindando cariño y atención a los ancianos (Video)

Nueve “viejitos” abandonados por sus familiares residen actualmente en el Centro de Día y Reposo del Adulto Mayor (Ceder), que es dirigido por la dominicana Amarilis Matos, quien llegó hace 24 años a Honduras, pero hace 18 años decidió darle techo digno, comida y salud a personas de la tercera edad que han sido abandonadas por sus familiares en distintos lugares de la capital. 

Ese lugar fue fundado un 20 de noviembre del 2000 por don Francisco Amador (QDDG) y su esposa, Amarilis Matos, que con amor han albergado a varios ancianos olvidados a la intemperie, pero durante 18 años el Centro de Día y Reposo del Adulto Mayor (Ceder), ubicado en la cuesta Lempira, en el barrio La Fuente, en el centro de Tegucigalpa, tienen un lugar acogedor para los viejitos. 

En Francisco Morazán residen más de 129 mil adultos mayores en centros de protección a personas que han sido abandonadas por sus familiares. 

“Aquí residen nueve adultos mayores, de los cuales algunos han sido rescatados en la calle y otros que los ha llevado el Ministerio Público, también he tenido casos que los dejan abandonados en el Hospital Escuela y llaman a cualquier asilo que tenga cupo o que no tenga posibilidades de darles protección”, dijo. 

“Hace una semana me falleció un viejito (Juan Francisco Juárez), en enero otra que tenía 95 años, mientras que a una abuela se la llevo una nieta después de 17 años de estar en el hogar y otra se la llevó un hermano”, lamentó. Entre las enfermedades que tienen los adultos están Alzheimer, esquizofrenia, una ciega, dolores de hueso, normal por la edad, dolor de cabeza o gripe, pero enfermedades crónicas no las padecen, reveló Matos. 

Según Matos cuando alguno de los ancianos muere, “si no tengo cómo enterrarlo, llamo a amigos, los entierro en el cementerio El Durazno, el terreno es más barato, es un entierro de pobre, pero digno, solo llevan su ramo de flores”. 

En este lugar residen personas de 63 años hasta una que tiene 90 y lo que más se necesita es alimentación, material de aseo, frutas, verduras, leche, este centro al mediodía le da alimentación alrededor de 40 personas que llegan al portón que llegan de la calle y no ingresan porque a veces llegan alcoholizados o Resistol y “no los meto porque podría poner en peligro a los viejitos”.     

Ceder cuenta con tres personas una enfermera, la cocinera y la de aseo, por lo que Matos tiene la obligación de hacer actividades para recaudar fondos y también la colaboración de personas amigas. 

Matos aclaró que los nueve ancianos no han sido ultrajados sexualmente, pero si llegue a tener de los de la calle, además de muchos no tienen recuerdos, eso sí que tienen recuerdos de su niñez, que de lo que acontece día a día, ya no hablan ni escuchan,  

Los nueve viejitos pasan sentados en unos viejos sofás sin interactuar entre ellos mismos, el televisor que tienen pasa encendido para nada, porque a ellos no les llama la atención lo que sale a diario en los distintos noticieros del país. 

Comida 

Los “abuelitos” a diario disfrutan de deliciosas comidas, de camas “calientitas” y del trato humano que se les da en Ceder desde hace 18 años. 

Por su parte, la administradora, de Ceder Amarilis Matos, indicó que su esposo, el odontólogo hondureño, Francisco Amador (QDDG), decidió crear el centro hace 14 años, porque sintió que el hijo de Dios estaba escondido en los “viejitos” desamparados. 

Nueve viejitos 

Para algunos familiares que no saben dónde están estas personas que formaron parte de su pasado y su razón de vida, Matos confirmó que los ocho de los nueve adultos mayores están plenamente identificados como Gustavo Aguilar, María Olivia Matute, Otilia Acosta, Julia Hernández (con varicela), Ana Rosa Ponce, José Francisco Reyes, mientras que Chila no ha sido identificada. 

Los viejitos son llevados a pasear en silla de ruedas, lo hemos llevado al Picacho, al cine, al parque Obrero, pero cuando los sacamos los llevamos cada uno con dos voluntarios. 

“Yo siempre fui la mano derecha de mi esposo y al fallecer, quedé al frente y mis hijos cuando tienen tiempos me ayudan, porque trabajan, al tiempo que comentó que América Latina cogíamos de la misma patita muy similar el calor humano que tiene América Latina no lo tiene ni Europa ni Estados Unidos, la comida es muy poco la diferencia con sólo frijoles el arroz”, señaló. 

«Tengo el mayor proveedor del mundo el testimonio más reciente que tenemos fue en 2018, un 31 de mayo amanecimos sin leche y no lo sabía nadie, sólo Dios le hicimos el desayuno y se lo comieron a regañadientes porque ellos no comen sin leche una hora después a mí me llamaron y me dicen le tengo 30 latas de leche Enshure de las grandes y no lo sabía”, indicó. 

Para cualquier ayuda pueden esta es la cuenta de Ceder 001-201-707232 de Banco Ficohsa o llamar al teléfono 953432588 con la directora Amarilis Matos. 

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