Aplazan juicio a Martinelli

PANAMÁ (AP). Un tribunal panameño pospuso el martes el inicio del juicio oral al expresidente Ricardo Martinelli por presunto espionaje político para que el acusado sea sometido a una evaluación psiquiátrica, lo que la fiscalía y los querellantes consideraron una táctica para dilatar el proceso que ya lleva varios años.

El juez dio plazo hasta el jueves a la defensa para que Martinelli, recluido en una cárcel desde su extradición de Estados Unidos en junio, pase por una evaluación mental forense que determine las condiciones reales del magnate de los supermercados de 67 años que gobernó a la nación centroamericana entre 2009 y 2014.

Después de esa evaluación se determinará la fecha para retomar el proceso, informó el juez Roberto Tejeira, quien con otros dos magistrados tendrán la misión de concluir un caso inédito en Panamá y por el que, de ser hallado culpable, Martinelli podría ser condenado a 21 años de prisión.

La fiscalía, los querellantes de las víctimas y la defensa descartaron algún acuerdo extrajudicial. La defensa tampoco dio ninguna muestra de buscar una posible reducción de pena para su cliente.

La decisión del tribunal para que Martinelli se someta a la evaluación en una entidad forense adscrita al Ministerio Público se dio a pedido de la fiscalía y los querellantes luego de que la defensa presentara la víspera un certificado de incapacidad psiquiátrica del expresidente con el que buscaba que se reprogramara la audiencia.

“Tenemos que enfrentar la verdad una vez por todas, la ciudadanía quiere saber qué fue lo que pasó”, dijo a la prensa el fiscal Ricaurte González tras la audiencia. “El señor Martinelli no quiere ir a juicio”.

Martinelli está acusado de espiar las comunicaciones de al menos 150 personas y de la compra de aparatos millonarios para realizar esas interceptaciones durante su gobierno, según las investigaciones. Sin embargo, no todas las presuntas víctimas presentaron querellas y en el inicio de la audiencia sólo se leyeron los nombres de 49 de los supuestos afectados, entre ellos el actual presidente Juan Carlos Varela, un hermano suyo que es diputado, así como varias figuras del mayor partido opositor, algunos periodistas, dirigentes sindicales y de la sociedad civil.

Martinelli insiste en que se trata de una persecución y venganza impulsada por Varela para destruirlo políticamente, aunque el actual gobernante -que fue vicepresidente de Martinelli y rompió la alianza con él poco más de dos años después de comenzar esa administración- niega esos señalamientos.