Pozo III

Por qué no construimos una cárcel en la Isla del Cisne o en la laguna de Caratasca, esas cárceles serían semejantes a “Alcatrás”, que no permiten que los reos se puedan fugar (de Alcatrás solo hay una historia de un reo que se supone se fugó), sea cierto o no, fue llevado a la pantalla grande (cine). Estas cárceles por su ubicación serían inexpugnables, si bien es cierto que su construcción costaría un ojo de la cara pero valdría la pena hacerlo.

Ahí en esas cárceles no habrían visitas conyugales, ni manera de introducir drogas, celulares, radios, armas de fuego o blancas, etc. etc.

El mantenimiento sería muy caro ya que el transporte solo sería vía marítima o aérea, habría que llevar todos los alimentos, provisión, medicinas, etc.
Se tendría que construir una clínica o un hospital con médicos, enfermeras, equipos, quirófanos, medicinas, etc.

Se tendría que generar la energía eléctrica necesaria, agua potable, sistema de aguas negras o recicladas; en fin, sería una cárcel modelo a prueba de fugas y de máxima seguridad; inversión que sí valdría la pena hacerla una realidad.

En Caratasca sería más económica su construcción, pero no habría tantas cosas a su favor, más fácil una fuga, más fácil las visitas, más fácil su mantenimiento; así que habría que sopesar cuál de ellas sería lo mejor. Más seguras que El Pozo I y II y no digamos las otras cárceles.

Manos a la obra, señor Presidente, Juan Orlando Hernández Alvarado.

Hermann Manuel Reichle Vijil
Tegucigalpa, M.D.C.