BID recomienda consolidar estabilidad macroeconómica

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomendó a los países de Centroamérica consolidar la estabilidad macroeconómica que ha venido construyendo, con énfasis en su posición fiscal, y aumentar la competitividad mediante mejoras en la calidad regulatoria e institucional.
Estos elementos en su conjunto han mostrado ser el mejor seguro ante los riesgos externos, y contribuirían a aumentar el atractivo y competitividad de la región, a criterio de analistas de ese organismo internacional.
Con un crecimiento estimado en Centroamérica de 2019 por encima del 4 por ciento (4.2%), el BID destacó fortalezas internas de Centroamérica frente a los desafíos externos.
La región ha mejorado en varios indicadores como inflación, balance de la cuenta corriente y reservas internacionales, sin embargo, enfrenta importantes desafíos, según los análisis.
En el ámbito externo, se menciona una reducción de precios internacionales en importantes productos de exportación como el azúcar y el café, el inicio de un ciclo de alzas monetarias en Estados Unidos y una reducción de la tasa a los ingresos corporativos en ese país.
Asimismo, se ha mantenido la incertidumbre sobre un posible escalamiento de políticas comerciales proteccionistas que podrían ralentizar la economía global y un endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos.
En el ámbito interno, se registra un menor espacio fiscal y eventos climáticos y sociopolíticos en diferentes países. También se observa que la inversión financiera y directa varía entre países de acuerdo a sus fundamentos económicos.
“Los países de la región pueden dar pasos para ser más resilientes en un entorno de importantes retos tanto internos como externos”, indicó la gerente general del departamento de países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y la República Dominicana del BID, Verónica Zavala.
“Algo particularmente relevante en un momento en que la inversión financiera pone especial atención a los fundamentos económicos de los países”, agregó.
A pesar del mayor crecimiento, la región continúa exhibiendo tasas de pobreza y desigualdad de las más altas de América Latina y el Caribe, donde cerca de 20 millones de personas continúan viviendo en situación de pobreza y donde el ingreso del 10 por ciento más rico es 10 veces mayor al del 10 por ciento más pobre.