Los primeros aguaceros que cayeron en abril en distintos puntos del territorio nacional, en el contexto del cambio climático, ha provocado la floración intempestiva de las plantaciones de café en distintas fincas del grano aromático.
Esa floración engalana el paisaje, pero mantiene preocupados a cafetaleros por no tener capacidad económica para comprar los fertilizantes que requieren las plantaciones después del florecimiento.
De acuerdo a técnicos y a productores, si las plantas de café no reciben el nutriente (fertilización) después del paso de la floración la producción cafetera del 2019-2020 puede disminuir hasta en un 30 por ciento (3 millones de quintales).
Honduras sigue posicionado en el quinto productor mundial de café por tener una producción anual de unos 10 millones de quintales de café, solo superado por Vietnam, Brasil, Colombia e Indonesia.
Sin embargo, si este año se pierde el 30 por ciento de la producción por no fertilizar las fincas en tiempo y forma,el país bajaría en ese ranquin de producción agroindustrial.
La cosecha 2018-2019 finalizará el próximo 30 de septiembre, para dar paso al nuevo ciclo 2019-2020 entre fuertes expectativas para el aromático que es la primera actividad económica con mayor flujo de divisas por concepto de exportación en Honduras.
La meta este año es superar los 1,200 millones de dólares, pero el principal problema son los bajos precios, que en la actualidad se ubican en la banda de los 92 dólares el quintal. Más de 130 mil familias viven por actividades relacionadas con el rubro en 15 de los 18 departamentos de Honduras. (JS)