Embargo de EEUU al petróleo de Venezuela

Venezuela dependerá aún más de China y Rusia con el embargo petrolero de Estados Unidos, que empeorará la crisis económica sin que eso garantice la salida del poder del presidente Nicolás Maduro, estiman analistas.
Desde el próximo lunes, ninguna entidad extranjera podrá utilizar el sistema financiero estadounidense para comprar crudo venezolano, que aporta 96% de los ingresos a ese país petrolero.
Caracas deberá encontrar destino para unos 500,000 barriles diarios (bd) que hasta ahora exportaba a Estados Unidos -75% de su flujo de caja a fines de 2018-, y utilizar divisas distintas al dólar.
Además, tendrá que hallar quién le provea unos 120,000 bd de combustibles y crudo liviano y diluyentes para refinar su petróleo. Mientras, los costos de producción aumentarán.
Un informe de la consultora Rapidan Energy Group basada en Estados Unidos calcula que la producción de la estatal PDVSA podría perder temporalmente unos 200,000 bd. El bombeo, que era de 3.2 millones de bd en 2008, bajó a unos 840,000 bd en marzo pasado.
El suministro interno de gasolina, prácticamente regalada, «será cada vez más difícil», estima Gorka Lalaguna, de la consultora Ecoanalítica.
Para eludir la sanción de Estados Unidos, el gobierno venezolano ha acudido a compañías chinas y rusas como «intermediarias».
«Está utilizando a Rosneft y otras empresas para colocar su crudo», dijo a la AFP el especialista Luis Oliveros, aunque la compañía rusa lo niega.
Tras anunciarse el embargo en enero, el presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, viajó a India con la meta de duplicar los 300,000 bd que Venezuela entregaba a compañías de ese país como Reliance Industries y Nayara Energy (vinculada a Rosneft).
India se perfiló así como el «mayor mercado generador de flujo de caja» para Venezuela, país con la mayor reserva de crudo, señaló el Wilson Center, basado en Washington. (AFP)
DATOS
Empresas indias compraban 22% del crudo venezolano en 2017, por detrás de Estados Unidos (41%) y China (25%), según la agencia de energía estadounidense.
No obstante, Reliance informó la semana pasada a la AFP que limitó sus importaciones desde Venezuela y que suspendió la exportación de diluyentes debido a las nuevas sanciones.
China y Rusia quedan así como «salvavidas», advierte Oliveros.
Los envíos a esos países se destinan mayoritariamente al pago de acreencias que representan un quinto de los 150,000 millones de dólares de la deuda externa venezolana.