Por: Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación (Retirado)
De acuerdo a la Comisión de Estudios Económicos para Latinoamérica (CEPAL), la Unión Aduanera de los países del Triángulo Norte de Centroamérica (TNC), Guatemala, Honduras y El Salvador, significará un incremento de .5 a 1.2% en su PIB actual el cual es de 128,933 millones de USD. Esto es solamente un importante ingrediente del abanico de oportunidades que se puede generar en la región, de consolidar este proyecto y fortalecerlo con la adhesión de los siete estados centroamericano más República Dominicana, quien siempre ha mostrado entusiasmo integracionista.
Hace unos años en Washington, D.C. una pequeña nena de unos 10 años, hija de inmigrantes búlgaros nos preguntó ¿de dónde eres?, al responderle de Honduras, noté su duda y tuve que agregar que estaba en Centroamérica, bueno replicó ella, me ha costado mucho aprender de esos países, lo mas fácil es conocer que solo son el puente que une a Norte y Sur América, sabemos que abunda este tipo de cuentos; pero lo más importante, es la forma cómo nos vemos a nosotros mismos, de hecho, la región ha destacado más por lo negativo, reconociendo algunas leves individualidades, sea de países o personas que con esfuerzo propio han transcendido.
La historia está plagada de personajes que lucharon incansablemente por la unión de la región, el general Morazán es el ejemplo clásico de alguien que entregó su vida por la causa unionista, muchos episodios gloriosos han ido y venido, pero no hay sustanciales logros en estos eventos, más que pura historia y heroísmo. En el siglo XIX, la población de Centroamérica, apenas sobrepasaba los dos millones de habitantes, en su mayoría iletrados que jamás alcanzaron a comprender los beneficios de ser una República Federal Centroamericana.
El siglo XX no ha sido la excepción: en 1907 se estableció la primera Corte de Justicia Centroamericana, en 1960 se creó el Mercado Común Centroamericano, el Parlamento Centroamericano y la Corte de Justicia en 1991; Panamá se separó de Colombia y se constituyó como nuevo país, en 1903 su entorno geopolítico pasó a ser de nuestra región. Los esfuerzos de unidad se centran ahora, en el marco del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), cuyos objetivos son: paz, democracia, libertad y desarrollo; está integrada por los siete países centroamericanos y República Dominicana, nueve socios observadores regionales y diez extraregionales, además de la mayoría de las organizaciones políticas, económicas y sociales del mundo; constituyendo en sí, un marco fuerte en los esfuerzos de integración en una región que representa más de cincuenta millones de habitantes y una superficie de 560,988 Km2, los datos lucen impactantes y esperanzadores, pero la voluntad, el pobre conocimiento y los intereses encontrados, siempre se han opuesto a que nuestro destino común se materialice.
Misma obra diferente acto: El denominado (TNC), es el último esfuerzo positivo vigente en la región, en 1991 El Salvador y Guatemala suscribieron un Tratado de Libre Comercio, en 1992 Honduras se adhirió al Tratado de Libre Comercio (TLCTN), objetivos del mismo: liberalización del comercio, integración de los mercados financieros y de capitales para armonizar regulaciones y procedimientos, con el objetivo a largo plazo de establecer la Unión Aduanera y aprovechamiento de ventajas como bloque. Estudios especializados revelan, que el TNC representa la octava economía de Latinoamérica, esta dinámica será coronada, con la generación de desarrollo e inclusión social, grandes obras de infraestructura, fondos disponibles para la pequeña y mediana empresa, para proyectarla en un polo de desarrollo, que genere empleo y condiciones humanas para la población.
Cada cual con sus intereses; USA quiere por este medio evitar la migración, China desea afianzar sus dominios en el área de influencia del Tío Sam, Rusia queriendo recuperar esplendor. Un nuevo condimento del TNC es, la llamada alianza para la prosperidad, fondos con los cuales se proyecta apoyar programas de desarrollo, producto de ello fue despedida la Secretaria de Seguridad, Kirstjen Nielsen, en una evidente descoordinación de alto nivel del gobierno de USA, ¡raro pero sucede!
El punto focal del asunto es entender, que el TNC, es una iniciativa en marcha; que el beneficio directo es para nuestra región; que la fortaleza de esta iniciativa, sería el atractivo para que el resto de la región se integre; que el hecho de que las potencias regionales y extra regionales, ofrezcan, restrinjan, condicionen y cancelen fondos de cooperación, es solamente su juego geopolítico, algo que debemos analizar pero no tropezar con ello.
Esperemos que no aparezca un tonto útil entorpeciendo o un iluminado ignorante destruyendo lo logrado. El TNC es una buena iniciativa que debe progresar.
No podemos seguir siendo reconocidos, solo como el puente entre América del Norte y del Sur por donde transita de todo.
Triángulo Norte con oportunidades vigentes
