Emperador japonés Akihito abdicó después de 30 años en el trono

En la primera ceremonia de abdicación por 200 años en la monarquía más antigua del mundo, el emperador Akihito de Japón renunció formalmente mientras su hijo Naruhito se prepara para tomar el trono.
Se termina la era «Heisei» (paz) y empieza la era «Reiwa» (bella armonía). El emperador japonés Akihito abdicó después de 30 años en el Trono de Crisantemos. Es un hecho histórico: desde 1817 ningún emperador había renunciado en Japón.
Su sucesor será su hijo, Naruhito, quien se espera que asuma el cargo el primero de mayo. Naruhito tiene 59 años y se educó en la universidad inglesa de Oxford.
Para permitir que Akihito abdicara, el Gobierno japonés tuvo que aprobar una ley especial en 2017 para regular esta inédita situación. Hasta ese momento, al emperador ni siquiera le estaba permitido anunciar su deseo de abdicar.
Akihitio tiene 85 años y, recientemente, tuvo que someterse a tratamiento contra el cáncer de próstata y a una cirugía de corazón. En una de sus últimas intervenciones públicas, expresó su preocupación sobre si su estado de salud no le permitía desempeñar sus funciones.

LAS CEREMONIAS, CARGADAS DE SIMBOLISMO

La ceremonia de abdicación tuvo lugar en el Palacio Imperial de Tokio. Antes, Akihito caminó por sus pasillos medio de un ritual llamado Taiirei-Tojitsu-Kashikodokoro-Omae-no-gi con el objetivo de mostrar su voluntad de retirarse del trono.
Más de 300 invitados acudieron a la capital japonesa para la ocasión, entre ellos el primer ministro japonés, Shinzo Abe. El evento también fue retransmitido por televisión.
Durante la ceremonia, Akihito cederá la legendaria espada Kusanagi y una joya de jade, los símbolos y tesoros del Trono que los emperadores se encargan de custodiar. Se espera que Akihito pronuncie en esa ocasión sus últimas palabras en el cargo.
Naruhito asumirá el trono en otra ceremonia en presencia de miembros de la Casa Imperial y altos funcionarios del Estado. Sin embargo, su padre no estará entre los presentes. No se permite la asistencia de mujeres en el ritual, pero en esta ocasión la presenciará Satsuki Katawama, la única ministra del gabinete de Abe.
Naruhito pronunciará su primera alocución tras la ceremonia e iniciará la era «Reiwa». El sábado, comparecerá en público como emperador desde los balcones del Palacio Imperial.

AKIHITO, EL EMPERADOR CERCANO AL PUEBLO

La abdicación de Akihito tiene un peso histórico por los cambios que trajo su reinado. Fue el primer emperador en asumir el trono ya como cargo únicamente simbólico y despojado de funciones políticas. Su padre y antecesor, Hirohito, gobernó durante la Segunda Guerra Mundial y, tras la derrota japonesa, renunció a la divinidad que se otorgaba a la figura del emperador.
Akihito también fue el primero en casarse con una mujer sin sangre real, abriendo el camino para modernizar la institución. Además, se convirtió en un símbolo de reconciliación en Japón y de una de las épocas más pacíficas que conoció el país.
Se caracterizó por convertirse en una figura cercana a la población japonesa, rompiendo con sus antecesores, quienes habían asumido un papel más distante.
Según una encuesta realizada en mayo de este año por el diario Mainichi, el 87% de los japoneses cree que Akihito cumplió satisfactoriamente con su papel de servir como símbolo del Estado y de la unidad del país.

La era «Reiwa» empieza con el mandato de Naruhito

El nuevo emperador, Naruhito, tiene 59 años y está casado con Masako, una exalumna de Harvard. Se espera que su trayectoria le dé una mayor proyección internacional y que conserve la proximidad que impulsó su padre.
El primer encuentro con un líder internacional será con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien empieza una visita oficial a Tokio el 25 de mayo.
La era «Reiwa» comienza tras la medianoche, hora local. Los japoneses suelen usar la referencia de la era, o «gengo», para referirse a la fecha en los documentos, calendarios o monedas. Sin embargo, muchos también usan el calendario occidental.