Por Segisfredo Infante
En estas últimas semanas han circulado por las llamadas “redes sociales” unos pocos videos sobre Honduras, los hondureños y algunos países aliados. Quiero referirme a tres de estos videos: El primero es uno elaborado supuestamente por un uruguayo, quien dice haber realizado una investigación sobre nuestro país con datos recientes. Pero tal como lo expresé en el programa de televisión “Economía y Cultura” del martes 30 de abril que realizamos con los socialcristianos Ramón Velásquez Nazar y Arnaldo Torres Rubio, las afirmaciones del “fulano de tal” están equivocadas en solo la entrada. Él parte del supuesto que Honduras es en la actualidad una “República bananera”: un lugar común archi-trillado que era válido hace cuarenta y cinco años; casi medio siglo.
Lo curioso es que hace varios meses yo publiqué un artículo sugiriendo que somos una sociedad maicera, frijolera, camaronera y de otros rubros. Hoy podemos afirmar con más propiedad y ponderación que, desde el punto de vista productivo, somos predominantemente una República cafetalera, maquilera y del sector informal de la economía; sin olvidar el maíz y los frijoles que cultivamos y consumimos desde hace miles de años, antes y después de la llegada de los españoles. Habría que añadir que también somos financiados por las “remesas familiares” que se reciben del exterior, como clara evidencia que subsistimos, todavía, dentro de una sociedad mestiza muy pobre, con un largo camino por recorrer hacia adelante.
Al fulano “uruguayo” tendencioso habría que declamarle aquel poema (creo que de manufactura salvadoreña) que reza más o menos así: “Si no vienes a dar el alma, el corazón, la vida,// No te molestes en entrar,// Que en tu entrada comienza tu salida.” Es decir, si el hombre sólo viene con medias verdades que al final son mentiras altamente sesgadas o ideologizadas, que jamás resistirían la mirada de un economista serio, mucho menos la de un historiador imparcial que conoce integralmente a Honduras, entonces sería prudente y honesto, que el fulano retirara su video de circulación. De lo contrario llegaremos a la conclusión inevitable que se trata de falsas noticias financiadas por un grupo de personas anónimas alineadas con una seudoideología; o un video elaborado y financiado por alguna nación económicamente “poderosa” interesada en perjudicar, tras los telones de fondo de la intriga, a un país pequeño, heterogéneo, orillero e indefenso como Honduras. Desde la mal llamada “Guerra del Fútbol” de 1969, varios extranjeros, cada vez que se les presenta la ocasión propicia, buscan manchar el nombre de Honduras a como dé lugar, con el agravante que hoy por hoy algunos hondureños de mala fe se prestan a la difamación internacional, sin pensar, para nada, que con tal actitud están dañando a sus propios hijos, hermanos y nietos, y el futuro de nuestra sociedad entera.
Un segundo video malicioso lo ha producido una supuesta “argentina” que pretende informarnos (léase desinformarnos) sobre los sucesos internos y externos de Siria, cargando con todas las culpas a Estados Unidos, a Europa y al Estado de Israel, ocultando la verdadera historia reciente de la configuración política, religiosa y militar del llamado “Estado Islámico” o “Isis”. La “sutana de tal” nada dice de la historia antigua, medieval y moderna de Siria, en donde se formaron, desarrollaron y consolidaron las primeras comunidades cristianas desde el primer siglo de nuestra era occidental. Lo mismo que en Irak y Turquía. Tales iglesias cristinas han sido exterminadas, gradualmente, a lo largo y ancho de los siglos, por los musulmanes más fanáticos. En el caso de los terroristas de “Isis”, en estos últimos años y meses han masacrado comunidades enteras de cristianos y de musulmanes moderados, atizando el fuego en el nor-oeste de Irak y en el contexto de la guerra civil de Siria. Más recientemente han realizado horribles masacres en la lejana Sri Lanka. Nada dice la supuesta argentina que las autoridades estadounidenses han retirado su ejército de Siria y que éste es un país satélite de Rusia. Tampoco dice nada acerca de la enorme complejidad histórica, religiosa y geográfica de un país tan sufrido como Siria, desde muchos siglos antes que existiera Europa tal como hoy la conocemos, en un momento en que ni siquiera había aparecido en el horizonte Estados Unidos.
El tercer video aludido es el más chabacano de todos. El más vergonzante. Lo ha producido una supuesta “colombiana” que cubre de fétido lodo todo aquello que significa Honduras y los hondureños. Lo divertido es que la “colombiana” habla de la circulación de cocaína sobre territorio hondureño, y se olvida, con el mayor cinismo del mundo, que en Colombia se ha localizado, en años más o menos recientes, el mayor centro de producción de cocaína en el mundo, con mecanismos de distribución en Venezuela y en otros países de América Latina. Pero nosotros jamás de los jamases hemos pensado que el pueblo colombiano sea responsable de estos negocios macabros. Tampoco hemos hablado mal del pueblo venezolano. Mucho menos de los queridos mexicanos. El problema es que nosotros somos un país demasiado débil y pequeño, que casi todo mundo desea atropellar.