Por: José Antonio Mejía y Mejía
El Tribunal de Honor forma parte de la estructura organizativa del Colegio de Abogados de Honduras, su función consiste en lograr el correcto ejercicio profesional de sus agremiados.
El mejor censor de la actuación profesional del Derecho es la sociedad.
Ante situaciones antijurídicas y antiéticas el Tribunal de Honor entra a corregir la mala praxis que puede ser por error involuntario o por otros factores que serían objeto de otro comentario.
El Tribunal de Honor está en actividad permanente; recibe las denuncias, las investiga, absuelve si no hay mérito y si lo hay aplica la correspondiente sanción de conformidad a sus normas internas y en algunos casos la expulsión definitiva del gremio.
El Tribunal está presidido por el abogado Jacobo Cálix Hernández y le acompañan los abogados: Cristián Medina, Jorge A Fléfil, Hugo Suazo, Aylin Fiallos, Reyna Nájera, Francisco Mejía Sánchez, Juan Rafael Cerritos, José Virgilio Barahona, otros abogados cuyos nombres se me escapan en este momento, todos elementos muy valiosos.
Los conflictos entre el abogado y cliente que llegan al Tribunal son objeto del procedimiento de conciliación, el profesional tiene el beneficio de presunción de buena conducta y ejercicio profesional del caso concreto, y en este punto citamos a Becaria: “El fin de las penas debe ser el de socializar y educar para la convivencia.
Al momento de actuar y resolver sobre el conocimiento del asunto controvertido, pasa por alto la militancia política del denunciado, sus creencias religiosas, su status social.
Algo importante: El Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Honduras, en definitiva, le corresponde conocer de la conducta de sus agremiados que infrinjan el Código de Ética Profesional; imponer las sanciones cuando corresponda, que van desde la amonestación, hasta la suspensión del ejercicio profesional de seis meses a tres años. Para muestra que el Tribunal actúa con eficiencia se hace público que durante el año 2018 se impusieron más de 20 sanciones a miembros del CAH.
Los profesionales del Derecho deben actuar con honradez, profesionalismo y las personas que se consideren defraudadas, afectadas en su interés personal y patrimonial no duden en ningún momento recurrir al Tribunal de Honor con la seguridad que sus denuncias serán investigadas y los infractores se les aplicará la correspondiente sanción.
Desde esta columna felicitamos a los colegas que integran el Tribunal de Honor a las normas internas y que mantengan esa línea de imparcialidad en apego a las normas que rigen el Tribunal.